miércoles, 29 de septiembre de 2010

Diego Muñoz, conde de Saldaña

E
ste es el primero de una serie de artículos sobre los condes Banu Gómez que tengo pensado escribir para este blog. A algunos lectores les puede parecer un sinsentido un artículo sobre unos condes del reino de León, en un blog sobre historia de Castilla, pero la explicación es bien sencilla. Los territorios gobernados por estos Banu Gómez, corresponden en la actualidad a gran parte de las provincias de Valladolid y Palencia, más la comarca cántabra de Liébana (también gobernaron en sitios típicamente leoneses como Cea o Grajal, pero también lo hicieron en otros "típicamente" castellanos como Cúellar y Madrid en tiempos de Pedro Ansúrez). Esos territorios cuando Castilla era reino independiente de León, siempre pertenecieron al reino castellano, excepto poco más de 6 años del reinado de Sancho II. Además desde la unión de los reinos de Castilla y León con Fernando III, esas antiguas demarcaciones de los Banu Gómez continuarán siendo castellanas hasta ya entrada la Edad Moderna. En la época condal, Saldaña, Carrión o Liébana eran condados del gran reino leonés, pero también lo eran los condados gallegos o el mismísimo condado de Castilla.

*Este artículo excepto algunos cambios menores y la sección documental, esta sacado de la wikipedia. Soy yo. el autor del artículo en esa enciclopedia.

Castillo de Saldaña
Castillo de Saldaña
Diego Muñoz, en latín Didacus Munnioz (fallecido c. 951), magnate de origen palentino miembro de la familia Banu Gómez, fue el primer conde de Saldaña.

Era uno de los personajes más importantes del Reino de León en la primera mitad del siglo X. Logró consolidar el poder familiar gracias a una inteligente política matrimonial, y de alejamiento y obediencia con el monarca Ramiro II, logrando sentar las bases de poder de su familia, los Banu Gómez, que según el historiador árabe Ibn Jaldún: "reinaban en el país que se extiende entre Zamora a Castilla." [1] Se puede decir que Diego Muñoz logró casi las mismas metas que el poderoso conde de Castilla, Fernán González. [2]

Orígenes familiares
Existen dos teorías sobre los orígenes familiares de Diego Muñoz. La primera de estas teorías iniciada por el historiador benedictino fray Justo Pérez de Urbel y seguida por numerosos autores como Justiniano Rodríguez Fernández o Julio González González, [3] establece como zona de origen de la familia de Diego Muñoz el territorio de Liébana. Sus padres según esta teoría serían Munio Díaz y Gulatruda, quienes aparecen en la documentación de San Martín de Liébana (luego Santo Toribio) desde el año 914. En un diploma de tiempos de Alfonso IV, aparece Gulatruda ya viuda comprando a su familiar Silo Froilaz, varias tierras de Liébana y Asturias de Santillana (929), y en el documento aparecen como testigos sus hijos entre ellos el Diego Muñoz lebaniego. Este Diego Muñoz no puede ser el mismo que el de Saldaña ya que el lebaniego solo tenía hermanas; Vistrilli, Bauduilli, Tedegonzia y Retefreda, y el de Saldaña tenía dos hermanos conocidos, Osorio Muñoz y Gómez Muñoz. Además el último diploma del Diego Muñoz lebaniego data del año 964 cuando el de Saldaña ya estaba muerto.

La influencia de este Diego Muñoz lebaniego se circunscribe al ámbito comarcal, siendo un magnate de la zona ligado al monasterio de Santo Toribio que nunca aparece en la documentación del monasterio con la dignidad condal. Todo lo contrario al Diego Muñoz de Saldaña, que fue un conde con cierta relevancia en el reino leonés. Hay que señalar que los descendientes de Diego Muñoz de Saldaña, tanto su hijo Gómez Díaz como el resto de los sucesivos cabecillas de los Banu Gómez fueron condes de Liébana, y eso ha inducido a creer que el Diego Muñoz saldañés y el lebaniego son la misma persona. La cuestión es que en tiempos de los dos Diegos siempre existió un conde en Liébana, como por ejemplo el conde Alfonso [4] o Fernando Rodríguez, no apareciendo en la documentación Gómez Díaz como conde de la Liébana hasta el 977: "comite Gomizi Didaz in Libana".

Arbol genealógico de Diego Muñoz de Saldaña
Arbol genealógico de Diego Muñoz
La segunda teoría comúnmente aceptada en la actualidad, establece como padre de Diego a un Munio Gómez heredado [doc1] en San Pedro de Cansoles [5] [6] en la montaña Palentina, relativamente cerca del monasterio y castillo de San Román (Santibáñez de la Peña), uno de los centros de poder de Diego Muñoz y sus descendientes.

Este "Monnio Gomez" aparece en dos documentos del monasterio de Sahagún del año 915 (siendo uno de ellos una copia con algunas variantes). [7] Años más tarde Diego Muñoz vendería a Sahagún parte de sus posesiones en las cercanías de Cansoles que antes habían pertenecido a su padre Munio Gómez. [doc2] A favor de esta teoría está el patronímico de Munio, Gómez, ya que se sabe que Diego Muñoz era miembro de la familia Banu Gómez o Beni Gómez (hijos de Gómez). Según Justo Pérez de Urbel los moros los llamaban Banu Gómez por el hermano y el hijo de Diego Muñoz, Gómez Muñoz y Gómez Díaz, pero la primera mención de los Banu Gómez data del año 932, Ibn Hayyan informa de como los condes Banu Gómez y Ansúrez se rebelan contra Ramiro II en apoyo de su hermano Alfonso. [8] Esta destacada actuación de los Banu Gómez revela la existencia de un linaje consolidado proveniente de un antepasado de cierta relevancia cuyo nombre sería Gómez. Relevancia que también tuvo que tener Munio Gómez, ya que sus hijos pertenecían al círculo palatino, tanto Diego Muñoz como sus hermanos Gómez Muñoz y Osorio Muñoz, alcanzaron la dignidad condal, además Osorio fue uno de los más destacados colaboradores del monarca, figurando en los documentos reales entre los principales nobles del reino.

De ser Munio Gómez el padre de Diego Muñoz de Saldaña y no Munio Díaz, podría ser que Diego Muñoz no fuera el primogénito, por que en la época en ocasiones se tenía la costumbre de dar el nombre del abuelo paterno al primogénito y al segundogénito el del abuelo materno. El hermano de Diego, Gómez Muñoz, tomaría su nombre de su abuelo Gómez, por lo que podría ser el hijo primogénito y no Diego Muñoz.

La teoría de Abolmondar
La medievalista leonesa Margarita Torre Sevilla en su obra "Linajes nobiliarios de León y Castilla: Siglos IX-XIII" lanza una teoría que identifica a dos de los condes del llamado episodio de Tebulare, Abolmondar Albo y su hijo Diego, con Munio Gómez y Diego Muñoz respectivamente.

Tras la derrota en la Batalla de Valdejunquera (920) contra las tropas del califa Abderramán III, el rey Ordoño II de León apresó junto al río Carrión (zona de actuación de los Banu Gómez) a los condes castellanos por no haber acudido al combate, y encadenados se los llevó a León. Estos condes castellanos serían cuatro: Nuño Fernández, Fernando Ansúrez, Abolmondar Albo y su hijo Diego. Para Justo Pérez de Urbel ese Albolmondar sería un tal Rodrigo Díaz supuesto hijo de Diego Rodríguez Porcelos. Margarita Torre por el contrario identifica a ese Albolmondar Albo con Munio Gómez y a su hijo con Diego Muñoz, hipótesis que es aceptada por autores como Gonzalo Martínez Díez [9] o Álvaro Carvajal Castro. [10]

Abolmondar es un nombre romanceado de Abu al-Mundhir, es decir, de la kunya de Al-Mundhir. Según la teoría de Margarita Torre, Abolmondar sería un sobrenombre debido a una estancia prolongada en Al-Ándalus, siendo habitual el uso de sobrenombres entre la nobleza proveniente de allí.

Nacimiento del río Carrión
Nacimiento del río Carrión,
columna vertebral de los dominios 
de Diego Muñoz y su familia
En el 865 tuvo lugar una campaña cordobesa contra tierras castellanas, la llamada Batalla de la Morcuera, donde fueron destruidas las fortalezas de algunos señores entre ellos Gómez, señor de Mesaneka. [11] Según Margarita Torre, de esta campaña los musulmanes regresarían con numerosos cautivos, entre ellos Munio Gómez y Diego Muñoz, que debido a su estirpe estarían bajo la protección del emir, y que por ello es por lo que fueron conocidos como los Banu Gómez, en recuerdo de Gómez, señor de Mesaneka. Todo esto ayudaría a comprender la estrecha relación existente entre los Banu Gómez y Córdoba, donde se llegaron a recibir embajadas de paz del hijo de Diego Muñoz, y ya en tiempos del nieto de Diego Muñoz, García Gómez, García sería aliado de Almanzor.

Por último, el paleógrafo José Manuel Ruiz Asencio cataloga varios códices de origen mozárabe como pertenecientes del monasterio de San Román de Entrepeñas, y precisa que probablemente pudieron ser adquiridos por Diego Muñoz, que los pudo traer de Córdoba para la institución monástica que el mismo había fundado en San Román. [12] La posesión de esos códices provenientes de Al-Ándalus en tiempos de Diego Muñoz, corroboraría la teoría de Margarita Torre.

Inicios, primera rebelión contra Ramiro II
La primera aparición de Diego Muñoz debemos situarla en el año 932, en la rebelión de los Banu Gómez y Ansúrez contra Ramiro II de León. La noticia recogida por el historiador andalusí, Ibn Hayyan, no cita expresamente a Diego Muñoz, aun así los Banu Gómez estarían encabezados por el mismo Diego. [5] Así nos cuenta los hechos Ibn Hayyan:

Con anterioridad había tenido an-Nasir carta suya, explicándole cuanto había hecho, a uno de cuyos párrafos daba la buena nueva de las desavenencias entre el enemigo, al que Dios confunda, y de la agitación producida por la rebelión de los condes Banu Gómez y Ansúrez contra su rey, el tirano Ramiro, hijo de Ordoño, en apoyo de su hermano Alfonso, con cuyo motivo habían atacado el llano de la capital leonesa, matando a cuantos súbditos suyos hallaron y pillando cuantos depósitos suyos alcanzaron. El bárbaro Ramiro había sacado contra ellos a su amigo y comandante de sus fuerzas, el conde Flayn, con un gran ejército, con el que se enfrentó a los condes, quienes le infligieron tremenda derrota, matándole 300 hombres, entre ellos su hermano medianos y su yerno, más algunos hombres de Ramiro. Ello produjo gran pesar y distanciamiento, continuando la lucha y los ataques, con lo que la gente del llano se recogió en ciudades y fortalezas y muchos no pudieron recoger las cosechas.

Ibn Hayyan (al-Muqtabis V) pág. 244. [8]

Esta acción que nos relata Ibn Hayyan pone de manifiesto el poder de la familia de Diego Muñoz, pues aliados a los Ansúrez dirigidos seguramente por Fernando Ansúrez, saquearon el llano leonés matando a 300 hombres entre los que se tuvieron que contar algunos hombres que había dejado Ramiro, que probablemente estaba ausente en Asturias sofocando la rebelión de los hijos de Fruela II. Esta revuelta que tuvo como objetivo volver a sentar en el trono a Alfonso IV no dio sus frutos, ya que ese mismo año Ramiro cegó a su hermano Alfonso y capturó a los 3 hijos de Fruela; Alfonso, Ramiro y Ordoño que también corrieron la misma suerte.

Diego tuvo que volver a la obediencia pronto, pues 2 años más tarde en el 934 le vemos acudiendo junto con su rey Ramiro a la llamada de auxilio de Fernán González contra las tropas de Abd al-Rahman III que asolaban Castilla, y que acabó con la derrota de los musulmanes en Osma:

El perro Fernán González se había apoyado en su rey, el tirano Ramiro, hijo de Ordoño, pidiéndole que viniera a defenderle en su auxilio y ayuda, a lo que accedió Ramiro con gran despliegue de infieles, uniéndosele los Banu Gómez y otros cristianos notables...

Ibn Hayyan (al-Muqtabis V) pág. 257. [8]

Su primera aparición documental data del año 936, en ella confirma en lugar destacado junto con su hermano Osorio y los condes Fernán González y Ansur Fernández una donación de Ramiro II a favor del monasterio de San Isidro de Dueñas. Un año después (937) refrenda con su presencia la inauguración de la Iglesia de Santiago de Peñalba en el Bierzo.

La victoria de Simancas y la restauración del monasterio de San Román
En el año 939 tuvo lugar la Batalla de Simancas, donde se enfrentaron las fuerzas del califa Abderramán III, contra una coalición cristiana liderada por el rey Ramiro II que contó con la ayuda del rey de Pamplona, García Sánchez I. Aunque no aparezca en ninguna crónica la actuación de Diego Muñoz en la contienda y ni se haga mención a los Banu Gómez, su presencia en un acontecimiento de tal envergadura es prácticamente segura. En los Anales Castellanos Primeros al describir la batalla desde la versión castellana nos cuenta cómo con Ramiro II se encontraban sus condes con sus huestes y después solo hace mención a los castellanos Fernán González y Ansur Fernández:

vinieron los cordobeses a Simancas con su nefandísimo rey Abderramán y todo su ejército y acamparon allí, encontrando en el lugar al rey Ramiro y sus condes, congregados con sus huestes, es decir, Fernán González, Ansur Fernández y gran muchedumbre de combatientes.

Anales Castellanos Primeros [13]

Sin lugar a dudas aunque se omita su participación en la contienda, entre los condes que formaban con Ramiro II se encontraba Diego Muñoz, así como otros personajes del reino, que no podían faltar a este encuentro bélico tan importante.

Monasterio de San Román de Entrepeñas
Ruinas del monasterio de
San Román de Entrepeñas
Un año más tarde de la Batalla de Simancas (940), Diego Muñoz y su mujer Tegridia, restauran, amplían y dotan el monasterio de San Román de Entrepeñas, y lo ofrecen al abad Lecinio, entregando para su sustento el lugar donde esta situado el monasterio y sus heredades, limitadas a oriente por Balcarcere y a occidente por el camino que conduce al castillo. Dotándolo con la iglesia de San Quirce en Guardo, la iglesia de Santa María de Arconada y la iglesia de Santiago de Galleta, [14] esta última en territorio de Dueñas. El documento lo confirman varios abades, el obispo de León, Oveco, los hijos de Diego Muñoz: Munio, Gómez, Elvira y Osorio, y varios personajes entre ellos el Silo Froilaz hacendado en Liébana. [doc3]
En el Archivo Histórico Nacional se encuentra el documento original escrito en visigótica cursiva, de esta donación de Diego Muñoz al monasterio de San Róman, que el profesor José Manuel Ruiz Asencio califica de diploma fundacional. [12]

En el 941 Diego Muñoz vendió al monasterio de Sahagún la tercera parte de sus posesiones en el monte de Picones, cerca de San Pedro de Cansoles. [doc2] Este documento esclarece un poco más la teoría del origen palentino de Diego, ya que estas posesiones en las cercanías de Cansoles antes habían pertenecido a su padre Munio Gómez. [doc1]

Después de dos años de tensas negociaciones de paz tras la batalla de Simancas, Ramiro II y Abderramán III acordaron una tregua en el año 941. Como consecuencia se liberó al gobernador de Zaragoza, Muhammad ibn Hashim al-Tuyibi, en manos leonesas desde la batalla de Simancas. En esta tregua también se incluyó al rey de Pamplona, García Sánchez I, a los condes, Fernán González, Ansur Fernández y al propio Diego Muñoz, estos dos últimos son nombrados en la crónica de Ibn Hayyan por su estirpe, Banu Ansur y Banu Gómez:

Todo concluyó excelentemente, poniéndose fin a la guerra entre las dos comunidades desde Santarén a Huesca, pues Ramiro asoció en el tratado al señor de Pamplona, Sancho hijo de García, a Fernán González, conde de Castilla, a los Banu Gómez y Banu Ansur, y otros importantes condes leoneses.
Ibn Hayyan (al-Muqtabis V) pág. 351. [8]

Este tratado de paz tuvo escasa duración pues antes de un año volvieron los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes. El tratado muestra la importancia de Diego en el reino leonés, pues es expresamente asociado al tratado, aunque al igual que Ansur Fernández es designado por su estirpe familiar.

Segunda rebelión contra Ramiro II
Diego Muñoz va a volverse a rebelar contra Ramiro II, está vez aliado con el entonces conde de Castilla, Fernán González. El motivo de la rebelión no se sabe con certeza, el motivo podría estar en la búsqueda de más autonomía de los condes o en el modo de gobernar de Ramiro II. Para Justo Pérez de Urbel la rebelión servía los propios intereses de Diego de acaparar más tierras en detrimento del condado de Monzón. Este condado de Monzón había sido creado por Ramiro II, quien había puesto al frente de esas tierras al conde Ansur Fernández, hijo de su antiguo aliado en la rebelión del año 932, Fernando Ansúrez. Dicho condado unido al condado de Cea de Vermudo Núñez, tapaba la expansión del condado de Diego Muñoz, por lo que se alió con Fernán González que también había visto frenada sus aspiraciones territoriales hacia la zona ahora gobernada por Ansur Fernández.

Si bien en la restauración del monasterio de San Román de Entrepeñas del año 940 Diego Muñoz hacia mención expresa de la prosperidad del reino y rogaba a los monjes favorecidos por su donación que no dejarán de rezar, no solamente por su salud, sino también por la seguridad del reino, [doc3] la documentación real años antes de la rebelión evidencia un cambio en las relaciones entre Diego Muñoz y Ramiro II. Desde el año 940 tanto Diego Muñoz como su aliado Fernán González desaparecen de la documentación cortesana. De los nueve documentos regios habidos entre los años 940 al 943 no aparece nunca el nombre de Diego Muñoz, claro signo de enfriamiento de las relaciones entre Diego y su rey.

Diego fue encarcelado en el año 944 por Ramiro II, y desposeído de su título condal, al igual que Fernán González, así lo narra un personaje muy cercano a los hechos, el obispo de Astorga, Sampiro:

... Fernán González y Diego Muñoz planearon rebelarse contra su señor el rey Ramiro e incluso prepararon la guerra. Pero este rey, como varón fuerte y enérgico que era, los apresó y los encerró en la cárcel cargados de hierros, a uno en León, al otro en Gordón. Pasado mucho tiempo, habiendo dado su juramento al rey, salieron de la prisión.

Crónica de Sampiro.

El cautiverio de los dos condes tuvo que tener lugar entre el 1 de febrero del año 944, que es cuando está calendado el último diploma de Fernán González, y el 8 de mayo de ese mismo año, que es cuando aparece en la documentación castellana sustituyendo a Fernán González el hijo de Ramiro II, Sancho el Craso. Diego Muñoz debió ser recluido en Gordón, aunque Sampiro no lo diga expresamente, si seguimos el orden por el que nombra a los condes y su lugar de cautiverio, se supone que Fernán sería encarcelado en León y Diego en Gordón, además viendo la importancia del poderoso Fernán González, lo normal es que fuera encerrado en la capital del reino.

La estancia en prisión de Diego Muñoz fue corta, pues ese mismo año, según Sampiro tras prestar juramento de fidelidad a Ramiro II, salió de la cárcel. En efecto el 11 de noviembre del año 944, Diego Muñoz confirma un documento real a favor del monasterio de Sahagún. El 22 de ese mismo mes de noviembre, aparece un Diego Muñoz confirmando una donación de Ansur Fernández al monasterio de Oña, la historiadora Margarita Torre ve en ese Diego Muñoz al conde de Saldaña, aunque fray Justo Pérez de Urbel identificaba al Diego Muñoz confirmante de este documento con otro Diego Muñoz burgalés firmante de varios documentos entre los años 940 y 950.

La alianza de Diego Muñoz con Fernán González se afianzó con el casamiento de su hijo Gómez Díaz con la hija de Fernán González, Muniadona Fernández, matrimonio que según algunos autores tuvo que realizarse cuando los condes salen de prisión y vuelven a la obediencia real.

Últimos años
Signo de Diego Muñoz de Saldaña
Signo utilizado por Diego Muñoz
en la documentación
Todas las noticias que se tienen de Diego Muñoz desde la rebelión del año 944 son de tipo documental, ni una sola mención en crónicas cristianas o musulmanas a Diego, o a los Banu Gómez.

En el año 945 el saldañés confirma en lugar destacado una donación real al monasterio de Sahagún. Un año después (946), Diego Muñoz confirma también una donación de Ramiro II al monasterio de Vega, apareciendo en tercer lugar entre los magnates, por detrás de los condes Fernán González y Ansur Fernández. En el año 949 Diego Muñoz firmá en compañía de Fernán González, Ansur Fernández, su hermano Osorio Muñoz y de otros condes del reino y magnates, en una concilio celebrado en León, en presencia de Ramiro II y casi todos los obispos del reino.

Las últimas apariciones documentales de Diego Muñoz provienen del fondo Sahagún. Del año 950 provienen dos donaciones donde confirma Diego, siendo la primera de poca importancia y de dudosa autenticidad. En está primera confirma una donación de un tal Álvaro Vela al monasterio de Sahagún.

La segunda aparición documental en el 950, es un donación real de Ramiro II a Sahagún, de un monasterio y diversos bienes localizados en los Condados de Saldaña y Cea. Dada la importancia del acto, el documento es confirmado por cuatro obispos y ocho de los principales condes del reino, entre los que se encontraba Diego Muñoz, que aparece como conde de Saldaña: "Didacus Monnioz, comes Saldanie". En el documento ocupa el segundo lugar entre los condes, siendo solo precedido por Fernán González. El documento además indica el territorio gobernado por los tres primeros condes que confirman, Fernán González comes Castelle, Diego Muñoz comes Saldanie y Vermudo Núñez comes in Ceie.

La última noticia que se tiene de Diego Muñoz data del año 951. El 15 de mayo del año 951, Diego Muñoz confirma una donación del nuevo rey Ordoño III al monasterio de Sahagún. Con el hijo de Ramiro II, Ordoño III, Diego Muñoz sigue estando entre los principales personajes del reino, pues en esta donación al igual que la del año 950 de Ramiro II, Diego Muñoz ocupa el segundo puesto entre los confirmantes después de Fernán González.

Diego Muñoz murió en torno al año 951, fecha de su última aparición documental, puesto que en el año 952, su hijo Munio Díaz confirma una donación del rey Ordoño III. Este hecho evidencia la total ausencia de su padre Diego Muñoz, que recordemos había desaparecido de la documentación un año antes. Munio Díaz debió fallecer sobre estas fechas, ya que no vuelve a aparecer en la documentación. Para el medievalista Gonzalo Martínez Díez el Munio Díaz que confirma la donación de Ordoño III no sería el hijo de Diego Muñoz, pues aduce que Munio Díaz desaparece de la documentación después de la fundación del monasterio de San Román, lo que sería indicio de su muerte en edad juvenil.

Su hermano Gómez Muñoz debió suceder a Diego al frente del condado, pues en dos escrituras sin tachas de falsedad del año 960 provenientes de Sahagún, aparece en la documentación con la dignidad condal (Gomez Monniz comes), confirmando en lugar destacado entre los testigos laicos, por detrás del conde Fernando Ansúrez de Monzón. Una prueba de que fue Gómez Muñoz quien sucedió a su hermano al frente del condado y no su sobrino Gómez Díaz, está en los documentos del año 960, donde Gómez Muñoz confirma en lugar destacado con la dignidad condal y donde también aparece Gómez Díaz entre los últimos confirmantes de la misma columna sin la dignidad condal, [7] evidenciando así la autoridad de su tío Gómez Muñoz.

Los restos de Diego Muñoz debieron descansar en el monasterio de San Román de Entrepeñas, pues en el Siglo XVI cuando el monasterio aún estaba en pie, Fray Antonio de Yepes en su obra: "Crónica general de la Orden de San Benito", nos cuenta como la iglesia estaba llena de sepulcros de personajes importantes. [15]

Dominio Territorial
El Condado de Saldaña de Diego Muñoz limitaba al norte con el Condado de Liébana, al oeste con el Condado de Cea y al oriente con el Condado de Monzón. Su única vía de expansión era el sur, aunque en años posteriores los descendientes de Diego dominarán toda la Liébana y diversos territorios del Condado de Cea. [16] Los límites del condado coincidirían en líneas generales con las merindades de Saldaña y Carrión que nos son conocidos a través del Becerro de las Behetrías. [5]

Los dominios de Diego se articulaban en torno al río Carrión siendo sus principales posesiones: San Román de Entrepeñas (en la cabecera del río Valdavia), Saldaña y Carrión de los Condes, llamada Santa María de Carrión en la época.

Restos del Castillo de San Román de Entrepeñas
Restos del castillo de San Román, en su día fue un
importante bastión de Diego Muñoz y su familia
En el norte del condado el principal feudo era el castillo de San Román de Entrepeñas, que cubría las estribaciones meridionales de la Sierra del Brezo y de la Peña de Cantoral, en descenso a las tierras llanas de los ríos Valdavia y Carrión. [17] Desde Guardo hasta Cantoral de la Peña, la comarca de la Peña era gobernada desde el castillo de San Román de Entrepeñas, que debió de ser un auténtico nido de águilas desde donde se dominaba toda la región. En el documento fundacional del Monasterio de San Román (940) [doc3] ya se habla del camino que conduce al castillo de San Román: "de parte occidentis strata que discurrit ad castellum". [18] Este castillo al igual que el monasterio familiar de San Román de Entrepeñas, siempre estuvo en posesión de los Banu Gómez, desde Diego Muñoz hasta Fernando Pérez, hijo del señor de Valladolid, Pedro Ansúrez.

El centro político y capital del condado de Saldaña se encontraba en la ciudad de este mismo nombre, protegida por un castillo de origen romano, el Castrum Saldanie que aparece en el diploma del año 950 donde el propio Diego Muñoz confirma como "comes Saldanie". Al norte de Saldaña, a poca distancia de la misma, se encontraba junto al río Carrión el Monasterio de Valcavado, [19] con su conocido scriptorium, donde se fabricó el Beato de Valcavado, también llamado Beato de Valladolid.

Carrión de los Condes sería la principal posesión del condado en el sur, aunque no hay constancia de ello, el dominio de Diego Muñoz en Carrión se entreve por el dominio que tuvieron sus descendientes en esta villa, que en años posteriores pasó a ser capital de los estados Banu Gómez. En el documento del año 915 [doc1] donde aparece heredado el padre de Diego, Munio Gómez, se cita el camino que conduce a Carrión: "carrera que discurrit de Carrione". [7]

En lo eclesiástico, al contrario que otros territorios del reino que tenían obispados propios como Álava, Astorga, Castilla o Monzón, los territorios de Diego Muñoz dependían del prelado de León. [20]
 
Nupcias y descendientes
Contrajo matrimonio con Tegridia, cuyos orígenes son desconocidos. El historiador Justo Pérez de Urbel atribuía un origen castellano a Tegridia debido a la estrecha relación existente entre los condes de Castilla y Saldaña, por lo que pensaba que Diego Muñoz estaba probablemente emparentado con Fernán González por medio de su mujer Tegridia. Puntualizaba además que Tegridia era un nombre poco frecuente que solo se encontraba en el linaje de los condes de Castilla. Existe una única Tegridia en la casa de los condes de Castilla, la hija del conde Sancho García y Urraca, Tegridia Sánchez. Para el genealogista Jaime de Salazar y Acha el nombre de esta Tegridia hasta ahora nuevo en la dinastía de los condes de Castilla se introdujo en la familia condal castellana proveniente de la casa de Saldaña, por lo que el nombre de Tegridia le viene del linaje de su madre Urraca, que sería nieta de Tegridia y Diego Muñoz. [21]

Con Tegridia tuvo los siguientes hijos:
Munio Díaz, primogénito, probablemente murió durante las guerras civiles entre Ordoño IV y Sancho I.
Gómez Díaz, conde de Saldaña y Liébana, casado con Muniadona Fernández, hija del conde de Castilla, Fernán González.
Elvira Díaz, casada con el conde de Cea, Fernando Vermúdez, hijo de Vermudo Núñez.
Osorio Díaz, casado con Sancha Sanchéz hija del conde, Sancho Muñiz.
Fernando Díaz, casado con Mansuara Fáfilaz hija del conde Fáfila Oláliz, hacendado en Tierra de Campos.
Gontroda Díaz, casada con Ablavel Godestéiz.

Algunos autores añaden:
Alfonso Díaz, casado con María Mirélliz.

El entronque de Alfonso Díaz (progenitor de la familia Alfonso) con Diego Muñoz, en su día ya fue sugerido por Alfonso Sánchez Candeira. [22] Posteriormente la doctora María del Carmen Carlé también sugería la posibilidad de que Diego Muñoz fuera el padre de Alfonso Díaz, [23] siendo secundada en varios trabajos de Margarita Torre. [24] Estos autores se basan en varios indicios: como que los hijos de Alfonso durante un periodo corto de tiempo aparezcan al frente de posesiones típicamente Banu Gómez como Saldaña; el supuesto común origen lebaniego (hoy en día desechado); la repetición de nombres de pila característicos de los Banu Gómez; la presencia de Alfonso en documentos de los Banu Gómez y viceversa; y el patronímico Díaz, de Alfonso, son los indicios que hacen pensar en la paternidad de Diego Muñoz sobre este personaje. El avezado investigador de la familia Alfonso, Pascual Martínez Sopena, si bien al principio se inclinaba por Diego Muñoz como supuesto padre de Alfonso, [25] considera que desechados los orígenes lebaniegos de Diego Muñoz no se puede establecer tal filiación, [26] coincide también en esto Julia Montenegro Valentín. [27] La última aparición documental de Alfonso es del año 1024, por lo que de ser hijo de Diego, como mínimo debió superar los 73 años de edad, cosa bastante improbable dada la baja esperanza de vida en la época.

Política matrimonial
Es de reseñar la política matrimonial seguida por Diego Muñoz, que busca una red de alianzas con las principales familias condales del reino, para así aumentar y consolidar el patrimonio familiar.

Es por ello por lo que emparenta a su hijo Gómez con Muniadona de la poderosa familia condal castellana, garantizando así la alianza entre ambas casas. A su hijo Osorio con Sancha, hija de Sancho Muñiz y de Ildonza Fróilaz, cuyo linaje por vía materna era uno de los más antiguos de Galicia y más poderosos. Esta unión favorecería bastante a la casa de Saldaña, ya que en las rebeliones del belicoso nieto de Diego Muñoz, García Gómez, parte de la nobleza gallega representada por Osorio apoyaría a García. [28]

Otro enlace que benefició a la familia de Diego Muñoz fue el de su hija Elvira con Fernando Vermúdez de la familia condal de Cea y futuro cabecilla de la misma. Este Condado de Cea limítrofe con el de Saldaña estaba en poder de Vermudo Núñez magnate de origen real que sería un fiel aliado de Ramiro II, [16] esta unión favorecería las relaciones entre las dos familias condales vecinas.

Por último hay que señalar el matrimonio entre su hijo Fernando y Mansuara Fáfilaz hija de Fafila Oláliz, magnate hacendado en Tierra de Campos. Este matrimonio supuso para los Beni Gómez un aumento en sus posesiones en la zona. De Fernando y Mansuara parte la rama secundaria de los Banu Gómez, que tras la desaparición de la rama principal (los descendientes de Gómez Díaz), recogerán el poder familiar siendo Pedro Ansúrez el último gran miembro de la casa.

Documentos
Documento 1.
13 de Agosto del 915. Donación al monasterio de Sahagún de Ramiro, hijo de Alfonso III. Munio Gómez aparece heredado en San Pedro de Cansoles.

Testamentum de Villa Todiscli in Villa de Calaveras sub Sancto Petro. In nomine Domini nostri Ihesu Christi. Vobis domnis et patronibus meis Sanctorum Facundi et Primitivi martirum Christi seu domni Adefonsi abbtis vel omni collegio fratrum. Ego Ranimiro. In Domino eternam salutem. Amen.
Qua dere summan benedictionem vestram desiderans et me indignum vestris sanctis orationibus commendans, ideo donare vel conferre aliquid in domo vestra pro meis commemoracionibus elegi sicuti et feci vel complevi. Do itaque medietatem ville quam post partem meam transierat grate de hereditatibus Tudiscli in rivulo cuius vocabulum est Calabarias; ideo concedo, do et dono ipsa media villa in domibus vestris cum aditibus et domibus suis vel ingressibus et regressibus, cum paludibus et silvis, pratis vel pascuis et adiacentiis vel omnia que ad ipsa villa pertinet et in Campo Sole determinata per terminis suis usque dum initiat termino de Monnio Gomez ad orientale parte et ab occidentali plaga Calabarias et termino de Atune et de parte aquilonis termino de Piccone et de septemtrione termino de Micalione et in Valle Comite carrera que discurrit de Carrione usque in termino de Aprino et usque a carrera salinaria, per suis terminis certis habeatis iure hereditario de meo iure ad vestro iuri transeat donationis causa sicut possidebat eam prior domini sui Tudiscli ut fratres qui sub vestro militant regimine sit eis in stipendio et valeant vindicare iure perpetuo.
Si quis sane hanc salubrem nostram devotionem pro quomodo irrumpere temtaverit anathema maledictiones efficiatur reus et cum Iuda eternas penas lugeat in infernum; insuper inficiatur dampna presentis seculi post partem regis pariet auri libras v et donatio nostra firma permaneat. 

Ego Ranemirus rex hoc factum confirmo (signo)
Facta carta idus agusti, era DCCCC L IIIª [7]

Documento 2.
31 de marzo del 941. Diego Muñoz vende a Sahagún la tercera parte de sus posesiones en el monte de Picones junto a San Pedro de Cansoles.

Testamentum de busto de Picones iuxta Campo Solis, de Diaco Monniz. In Dei nomine. Ego Diaco Monniz. Vobis in Christo domno Recevindo abbati vel cunctorum cetu monasterii Sanctorum Facundi et Primiti. In Domino, salutem. Amen.
Denique accidit michi bona voluntas nec ulla suasio calliditatis sed quod ex intimo corde manabit ut vinderem vobis montem et terras in Campo Solis quod vocatur monte de Picones eo quod ipso monte habui de iudicatum ex integro tercia parte discurrente cum suis terminis: a parte orientali ad ipsa gandera, de occidente placa quousque attingit a termino de filiis Atun et Adaulfi, de septemtrion usque a monte de porcu, a meridiana parte quousque pervenit a termino de filiis Todissilo; hec autem que adnotavi firmiter indubitanterque vobis vendidi. Accepi enim de vobis pro hoc precio quantum michi bene complacuit, id est, cavallo castaneo apreciato in LXª solidos; et nichil aput vos remansit ex istius precio. Unde de hodie die et termpore sit de meo iuri abraso, in vestro confirmato.
Si quis post hoc aliquis ex afinitatibus meis, uxor, filiis, temerariis nepotibus vel quilibet intemerata fronte contra hanc scripturam quod ego libens feci ad irrumpendum venerit sit percusso anathemate et insuper pariet ipso mont duplicato cum suis terminis.
Facta cartula vendicionis IIIº idus marcii, er DCCCC LXX VIIIIª. Regnante rege Ranemiro in Legione. Ego Didaco Monniz hanc cartam vendiionis a me factam et roboratam (signo). Oveccus episcopus legionnensis confirmat; Salomon episcopus astoricensis confirmat. Aurelius Baronzelli confirmat; Munnio Nunniz confirmat; Uzua Ennecones confirmat; Pilot Gebuldiz confirmat. Danciel diaconus notuit.
[7]

Documento 3.
940. Diego Muñoz y su mujer Tegridia, restauran, amplían y dotan al monasterio de San Román de Entrepeñas.

In nomine Sce. et individue Trinitatis. Ego Didaco Monniz una pariter cum conjuge mea Tegridia, inspirante divina misericordia in cordibus nostris, hac premeditantes futuram et debitam condicione martis humane, studuimus has baselicas restaurare, ampliare et dotare, pro remedio animarum nostrarum, qualiter in judici diem Chritus venturus exerceuerit nos pro hoc licet indigni ab auditu malo liberemini. In Dei nomine et in Christi amore et ste. Ecclesie perpetuali honore offerimus tibi, Lecenio abba, hac loco Sancti Romani, videlicet et S. Salvotoris et Ste Marie Virginis et S. Felicis Nolensis, Sti Johannis Apostoli et Evangeliste, Ste Leocadie, Sti. Tome Apli., Ste. Eolalie, Sti. Johanis Batista, quorum reliquie humata ex istunt in rivulo, que vocitant Berbecario. Licet primordia bonorum operum, que Deo inspirante in mente gignitur... ideo litamus sanctis sacris altaribus vestris, pro sustentatione monocorum in domo vestra degentium, vel cunctorum ibidem advenientium, in primis ipsum locum, in quo baselica sita est cum omnibus adjacentiis suis,... et de parte occidentis strata que discurrit ad castellum cuncta delimitata jure perheni...; ecclesiam Sti. Quirici cum domibus, pumariis, pratis, ortis, palacis et defesis... alia ecclesia... sita suburbio Domnas, que vocitant Sti. Jacobi per via que discurrit a val de Dominas cum suo monte, et de alia parte de lacuna de Rodrigo... Concedimus alia... vinea de illa comitissa... alia ecclesia vocabulo Sti. Johannis... et alia ecclesia in locum predictum Arconata, Ste. Marie... perhenniter manere precepimus, et ut vires eis ministraverint edificare, plantare, procurare non desinant. Tamen monemus ut tam ipse supranominatus abba seu futurus qui post eum in loco ejus succeserit, votum hoc nostrum qualibet tepida conversatione audeat debitare... qui post felicissimis temporibus nostris succeserint subolis regnum dabitur... Item obsecramus tam abbates quam ceteris qui ibidem advenerint fratres ut pro sospitate nostra vel incolumitate regni orare non desinant.
Era DCCCCLXXVIII, regnante Domno Ranimiro principe in Legione. Ego Didaco Monniz, hoc testamentum a me factum et confirmatum testibus tradidi a roborandum. Tegridia cf. Recesvindus ab. Petrus ab. Sebastianus ab. Sperancius ab. Rudeannus ab. Monio, Gomiz, Jelvira, Osorio. Sub Xti nomine Ovecus, Dei gratia, eps., Silo Froilani, Rodrigo, Petrus ab. Gomiz Gundisalviz, Gotina, Enneco, Fredemudo, Gontroda, Rodericus notarius.
[29]

Notas
1. "Ibn-Khaldoun atteste, dans son histoire des rois chrétiens de l'Espagne, que les Béni Gomez régnaient sur le pays qui s'étend entre Zamora et la Castille." Dozy, Reinhart (1881). Recherches sur l’Histoire et la littérature de l’Espagne pendant le Moyen Age. Paris: Leiden. vol I, pág 102.
2. "... es obligado reconocer que la marcha triunfal del conde castellano -no fundador pero sí gran muñidor, no libertador pero sí cualificado inductor- tiene un poderoso contrapunto analítico que conviene dilucidar, pues las mismas relevantes metas que alcanzó Fernán González las lograron otros condes del reino leonés, como los Banu Gómez de Saldaña y los titulares de los linajes gallegos. A decir verdad, entre aquél y éstos no hay más que una diferencia concreta: Castilla terminó por transformarse en reino en tanto que los condados de referencia no llegaron a tal extremo." García González, Juan José (2008). Castilla en tiempos de Fernán González. Burgos: Dossoles. ISBN 978-84-96606-26-5. pág 386.
3. González González, Julio (1982). «Cuestiones de repoblación en tierras palentinas». Palencia en la historia. Palencia: Caja Palencia. ISBN 84-500-5468-0. pág 64.
4. No hay que tomar en consideración el documento de la donación al monasterio de Lebanza del conde Alfonso conservado en el Archivo Histórico Diocesano de Palencia, escrito con letra del siglo XII, donde se dice que era hijo de Diego Muñoz y Tegridia (pater meus didacus monnioz et mater mea domna tigridia) por su más que dudosa autenticidad. Montenegro Valentín, Julia (1993). Santa María de Piasca: Estudio de un territorio a través de un centro monastico (857-1252). Valladolid: Universidad de Valladolid. ISBN 84-7762-317-1. págs. 156-157.)
5. Martínez Díez, Gonzalo (1987). «Los Condados de Carrión y Monzón: Sus fronteras». Actas del I Congreso de Historia de Palencia. Tomo II. Castillo de Monzón de Campos: Diputación Provincial de Palencia. ISBN 84-505-5219-2.
6. Mínguez Fernández, José María (1980). El dominio del monasterio de Sahagún en el siglo X. Paisajes agrarios, producción y expansión económica. Salamanca: Universidad de Salamanca. ISBN 84-00-03635-2. pág 224.
7. Mínguez Fernández, José María (1976). Colección diplomática del monasterio de Sahagún (Siglos IX y X). León: Archivo historico Diocesano, Caja de Ahorros y Monte de Piedad de León. ISBN 84-00-03635-2.
8. Ibn Hayyan (1981). Crónica del Califa Abderrahmân III an-Nâsir entre los años 912 y 942: (Al Muqtabis V), traducción de Jesús Viguera y Federico Corriente.. Zaragoza: Anubar. ISBN 84-7013-185-0.
9. "Más probable parece la identificación propuesta por Margarita Torre, según la cual el conde Abolmondar Albo y su hijo Diego serían el futuro conde de Carrión Diego Muñoz y su padre Munio Gómez, ya que en territorio castellano por esas fechas no encontramos ningún conde llamado Abolmondar o Diego." (El Condado de Castilla (711-1038). La historia frente a la leyenda. págs. 256-257).
10. "Una primera pista la encontramos en la batalla de Tebular. M. Torres ha visto en el Abolmondar Albo que acompaña a Nuño Fernández y a Fernando Ansúrez una forma alterada de Abd-al-Mundir o, en definitiva, una arabización de Munio. La autora señala que posiblemente se tratara de Munio Gómez, cuyo hijo en la crónica, Diego, no sería sino el propio Diego Muñoz. Creo que no hay mayor problema en asumir esta hipótesis, no sólo por la coincidencia en los nombres, sino también porque la pléyade de personajes que participan en Tebular refleja a los que serán los tres grupos aristocráticos principales al este del Cea desde mediados del siglo X: los Banu Gómez, los Ansúrez y los condes castellanos." Carvajal Castro, Álvaro (2012). Superar la frontera: mecanismos de integración territorial entre el Cea y el Pisuerga en el siglo X. ISSN 0066-5061 pág 621.
11. Ibn Idhari (1999). Kitab al-Bayan al-mugrib fi ajbar muluk al-Ándalus wa-l-Magrib (trad. Fernández González, Francisco: Historia de Al-Ándalus). Malaga: Aljama. ISBN 84-921120-6-9.
12. Ruiz Asencio, José Manuel (1987). «Documentos y códices altomedievales de San Román de Entrepeñas». Actas del I Congreso de Historia de Palencia. Tomo II. Castillo de Monzón de Campos: Diputación Provincial de Palencia. ISBN 84-505-5219-2.
13. "sic venerunt cortoveses ad Septemmankas cum illorum nefantissimum regem Abterahaman cum omni exercito suo ibique fixerunt temptoria sua • invenerunt enim ibidem rex Ranemirus et eius comites qui exierunt cum illo congregati cum suas ostes id est Fredenando Gundesalbiz et Asur Fredenandiz et alia multitudo acmina preliatores".
14. Reglero de la Fuente, Carlos M. (1993). Los Señoríos de los Montes de Torozos. Valladolid: Universidad de Valladolid. ISBN 84-7762-364-5. Galleta, despoblado de Valoria la Buena, pág. 189.
15. de Yepes, Antonio (1617). Corónica general de la Orden de San Benito, patriarca de religiosos. Tomo VI Valladolid. "Parece muy verifimil que en el pueflo donde fe vee efte Priorato, hauo antiguamente mayor poblacion, por los muchos fepulcros de confideracion que ay en contorno de la Iglefia, la qual oy perfeuera, y en la capilla mayor al lado dela Epiftola, fe mueftra vn fepulcro que reprefenta auer fido de perfona muy iluftre, tiene fu lapida, en que el tuuo antiguamente alguna inferipcion, pero eftan las letras tan gaftadas, que es impofsible ni leerfe ni entenderfe."
16. Torre Sevilla-Quiñones de León, Margarita Cecilia (1998). El Reino de León en el Siglo X: El Condado de Cea. León: Universidad de León. ISBN 84-7719-700-8.
17. López Mata, Teófilo (1957). Geografía del Condado de Castilla a la muerte de Fernán González. Madrid, Instituto Jerónimo Zurita. pág. 31.
18. Díez Merino, Luis (2001). «El Castillo de San Román de Entrepeñas, Santibáñez de la Peña (Palencia)». Publicaciones de la Institución Tello Téllez de Meneses (72). ISSN 0210-7317, 45-98. http://dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo?codigo=1098262&orden=0.
19. Rodríguez Fernández, Justiniano (1987). «El Monasterio de Santa María de Valcavado». Actas del I Congreso de Historia de Palencia. Tomo II. Castillo de Monzón de Campos: Diputación Provincial de Palencia. ISBN 84-505-5219-2. pág. 356.
20. Martínez Díez, Gonzalo (1984). «Los obispados de la Castilla condal hasta la consolidación del Obispado de Oca en Burgos en el Concilio de Husillos (1088)». El factor religioso en la formación de Castilla. Burgos: Ediciones Aldecoa. pág. 158.
21. de Salazar y Acha, Jaime (2006). «Urraca. Un nombre egregio en la onomástica altomedieval». En la España medieval (1). ISSN 0214-3038, págs. 37-38. http://www.ucm.es/BUCM/revistas/ghi/02143038/articulos/ELEM0606220029A.PDF.
22. Sánchez Candeira, Alfonso (1999). Castilla y León en el siglo XI. Estudio del reinado de Fernando I. Madrid: Real Academia de la Historia. ISBN 84-89512-41-8. págs. 86-87 n. 92.
23. Carlé, María del Carmen (1973). «Gran propiedad y grandes propietarios». Cuadernos de historia de España (57-58). ISSN 0325-1195, pág. 183.
24. Torre Sevilla-Quiñones de León, Margarita Cecilia (2000). El Cid y otros Señores de la guerra. León: Universidad de León. ISBN 84-7719-877-2. pág. 193; y en "Linajes nobiliarios de León y Castilla: Siglos IX-XIII" pág. 275.
25. Martínez Sopena, Pascual (1985). La Tierra de Campos occidental. Poblamiento, poder y comunidad del siglo X al XIII. Valladolid: Institución Cultural Simancas. ISBN 84-505-1390-1. pág. 358.
26. Martínez Sopena, Pascual (1987). «Parentesco y poder en León durante el siglo XI: La "casata" de Alfonso Díaz». Studia Historica. Historia Medieval (5). ISSN 0213-2060 pág. 34 n. 4. http://campus.usal.es/~revistas_trabajo/index.php/Studia_H_Historia_Medieval/article/viewFile/4290/4307.
27. Montenegro Valentín, Julia (1993). Santa María de Piasca: Estudio de un territorio a través de un centro monastico (857-1252). Valladolid: Universidad de Valladolid. ISBN 84-7762-317-1. pág. 74.
28. González Paz, Carlos Andrés. «Osorio Díaz de Saldaña: un conde leonés en la Galicia del siglo X». Consultado el 13 de diciembre de 2007.
29. Pérez de Urbel, Justo (1945). Historia del Condado de Castilla. Tomo III. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas. —Erróneamente datado en "Era DCCCCLXXXIII" (945).—

Bibliografía
Tomo II, Actas del I Congreso de Historia de Palencia
Actas del I Congreso de 
Historia de Palencia.
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Martínez Díez, Gonzalo (2004). El Condado de Castilla (711-1038). La historia frente a la leyenda. Valladolid: Junta de Castilla y León. ISBN 84-8718-275-8.
(1995). «La familia condal de Carrión». Actas del III Congreso de Historia de Palencia. Tomo II. Palencia: Diputación Provincial de Palencia. ISBN 84-8173-035-1.
Montenegro Valentin, Julia (1987). «En torno a los orígenes familiares de Diego Muñoz, el Primer Conde de Saldaña». Actas del I Congreso de Historia de Palencia. Tomo II. Castillo de Monzón de Campos: Diputación Provincial de Palencia. ISBN 84-505-5219-2.
Pérez de Urbel, Justo (1945). Historia del Condado de Castilla. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Rodríguez Fernández, Justiniano (1998). «Diego Muñoz, conde de Saldaña». Ramiro II, rey de León. Burgos: La Olmeda. ISBN 84-89915-01-6.
Torre Sevilla-Quiñones de León., Margarita Cecilia (1985). Linajes nobiliarios de León y Castilla: Siglos IX-XIII. Salamanca: Junta de Castilla y León. ISBN 84-7846-781-5.

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