miércoles, 18 de septiembre de 2013

La herencia de Sancho el Mayor y la partición del condado de Castilla

División del condado de Castilla por Sancho el Mayor
División del condado de Castilla
N
o existe en la historia medieval hispana un suceso que haya traído tantas consecuencias como la herencia del rey navarro Sancho Garcés III, más conocido como Sancho el Mayor. Aún así, la herencia de Sancho es ocultada, ignorada o falseada para afianzar objetivos políticos actuales.

Después de su muerte y su posterior herencia territorial, los estados cristianos que hasta entonces eran firmes aliados (quitando la escaramuza de Cirueña), tuvieron multitud de guerras entre sí, que se prolongarían hasta el año 1200. Año en el que el rey de Castilla Alfonso VIII terminó por arrebatar Álava, el Duranguesado y Guipúzcoa a los navarros.

Hubo guerra entre; castellanos y leoneses (entronización de Fernando I), castellanos y navarros (batalla de Atapuerca), entre navarros y aragoneses (batalla de Tafalla), que años después se unirían contra castellanos en otra guerra, la llamada Guerra de los tres Sanchos. Posteriormente hubo guerra en el reinado de Alfonso VI, que reinaba en León y Castilla y que se enfrentó contra Sancho Ramírez, que a su vez reinaba en Aragón y Pamplona y que perdió en favor del leonés La Rioja. Después vinieron los tiempos de Alfonso I el Batallador y una serie de guerras interminables y corrimientos de frontera difícil de detallar en unas líneas por su complejidad. Por último, siendo Castilla reino independiente, las guerras entre castellanos y navarros continuaron hasta la definitiva conquista de Alfonso VIII en 1200.

En este periodo de 165 años el claro perdedor fue el reino navarro, que si bien con la herencia de Sancho el Mayor había aumentado considerablemente su extensión a costa del condado de Castilla, al final del año 1200 había perdido territorios originalmente navarros, que nunca antes habían pertenecido a Castilla, como gran parte de la actual Rioja y Guipúzcoa.

En el presente articulo no voy a hacer un examen de las guerras acontecidas entre los estados cristianos después de la muerte de Sancho el Mayor, si no que voy a centrarme en la herencia en sí. Expondré los territorios heredados de cada hijo y que territorios originariamente formaban parte del reino navarro y cuales fueron disgregados de Castilla en beneficio navarro.

Límites entre el reino asturleonés y el reino de Pamplona:
Álava y Vizcaya
La primera aparición en las fuentes de Vizcaya y Álava es en un texto que ha hecho correr verdaderos ríos de tinta. Me refiero a la Crónica de Alfonso III, donde se narra las campañas y la acción repobladora de Alfonso I (739-757). A continuación procedo a poner el contenido y la traducción de este texto tan polémico:
... simul cum fratre suo Froilane multa aduersus Sarracenos prelia gessit atque plurimus ciuitates ab eis olim oppressas cepit, id est, Lucum, Tudem, Portucalem, Bracaram metropolitanam, Uisea, Flauias, Agata, Letesma, Salamantica, Zamora, Abela, Secobia, Astorica, Legione, Saldania, Mabe, Amaia, Septemanca, Auca, Uelegia Alabense, Miranda, Reuendeca, Carbonaria, Abeica, Brunes, Cinisaria, Alesanco, Oxoma, Clunia, Argantica, Septempublica et cunctis castris cum uillis et uiculis suis; omnes quoque Arabes occupatores supra dictarum ciuitatum interficiens Xpianos secum ad patriam duxit.

Eo tempore populantur Primorias, Libana, Transmera, Supporta, carranza, Bardulies que nunc appellatur Castella et parse maritima Gallecie; Alaba namque, Bizkai, Alaone et Urdunia a suis incolis reperiuntur semper esse possesse, sicut Pampilona [Degius est] atque Berroza.

... (Alfonso I) junto con su hermano Fruela hizo muchas guerras contra los sacarracenos y tomó muchas ciudades antaño oprimidas por ellos, es decir: Lugo, Tuy, Oporto, Braga la metropolitana, Viseo, Chaves, Agata, Ledesma, Salamanca, Zamora, Ávila, Segovia, Astorga, León, Saldaña, Mave, Amaya, Simancas, Oca, Velegia de Álava, Miranda, Revenga, Carbonaria, Abeica, Briones, Cenidero, Alesanco, Osma, Clunia, Arganza, Sepúlveda, aparte de los castillos con sus villas y aldeas todas, y dando muerte a todos los árabes que ocupaban las ciudades dichas, se llevó consigo a los cristianos a la patria.

Por este tiempo se pueblan Primorias, Liébana, Trasmiera, Sopuerta, Carranza, las Vardulias, que ahora se llaman Castilla, y la parte maritima de Galicia; pues Álava, Vizcaya, Ayala y Orduña se sabe que siempre han estado en posesión de sus gentes, así como Pamplona, [es Deyo] y Berrueza.
Crónica de Alfonso III, versión Ad Sebastianum
La parte de la crónica donde aparecen Álava y Vizcaya que "siempre han estado en posesión de sus gentes" (a suis incolis reperiuntur semper esse possesse), ha dado pie a algunos autores (sobre todo de corriente nacionalista vasca) a pensar en una supuesta independencia de estos territorios, pero si lo analizamos un poco, más bien el resultado es el contrario.

Iruña Veleia
Yacimiento de Iruña Veleia, la Velegia Alabense de la 
crónica. Sede de la diócesis de Álava en sus primeros
tiempos.
Estos autores que toman la crónica en clave independentista, normalmente suelen olvidar el primer párrafo al que nunca citan. El primer párrafo nos cuenta como Alfonso I de Asturias junto con su hermano Fruela asolaron diversas ciudades, entre ellas Velegia Alabense (Iruña Veleia), y como después se llevó consigo a los cristianos a la patria. Después nos narra la marea migratoria que provocan las campañas de Alfonso I y nos dice en que partes de su reino "ad patriam" se estableció esa población, pasando a continuación a narrar los lugares donde no se debió asentar esa población: Álava, Vizcaya, Ayala y Orduña ya que "siempre han estado en posesión de sus gentes", es decir que mantuvo su continuidad de población, al igual que Pamplona, Deyo y Berrueza, que no son enumeradas junto con Álava y las demás, por que no están dentro de su reino. El texto de la crónica además es imposible verlo en clave soberanista por más motivos. Pamplona y Deyo pertenecieron a diferentes poderes antes de la crónica (árabes, francos), y Berrueza cuando se escribió la crónica estaba en poder musulmán. Es inexplicable que nos narre la conquista de Velegia (de Álava) a los musulmanes, para después decir que Álava siempre estuvo en posesión de sus gentes en sentido soberanista.

La segunda mención a Vizcaya es en las Genealogías del códice de Roda. Este texto navarro nos narra cómo Doña Belasquita hija del rey Sancho Garcés de Pamplona, contrajo matrimonio con el conde vizcaíno Don Momo (Domni Momi Comitis Bizcahiensis) y tuvo tres hijos con él, posteriormente contrajo matrimonio con don Galindo de Ribagorza y en terceras nupcias con Fortún Galindez. Como viene siendo habitual, este texto del códice de Roda también se suele utilizar para intentar demostrar que Vizcaya pertenecía al reino pamplonés. La teoría es fácilmente desmontable porque en esos tiempos el reino de Pamplona no estaba organizado en condados, como si lo estaba el reino de León. Salvo la excepción de Fortún Galíndez, en esos tiempos las princesas pamplonesas casaban con extranjeros. Que un senior navarro como Fortún Galíndez contrajera matrimonio con una hija del rey es perfectamente explicable porque era el tercer enlace ya de Belasquita. Fortún Galindez no recibe en el códice ningún tratamiento (domno), título o explicación del territorio donde gobernaba o era oriundo, claramente porque era un noble del reino, y no es que este senior no gobernara territorio alguno o le faltaran títulos, pues era gobernador de Nájera y en la documentación coetánea aparece como dux y praefectus. Además en el reino de Pamplona al único laico al que se reconoce como dominus es al propio rey.

Algunos autores ven probable que el conde vizcaíno Momo, fuera el conde de Álava, Munio Vélaz. Además de la sinonimia entre los nombres Momo/Munio, los dos son coetáneos, pues la aparición de Munio (año 919), coincide con la vida de ese Momo, que por lo que sabemos por los dos matrimonios posteriores que contrajo su viuda Belasquita, sus años de gobierno condal serían por esa época. Esto avalaria en parte la pertenencia de Vizcaya, al condado de Álava como veremos más adelante. Otros autores desestiman la identificación Momo/Munio, pues Momo parece ser un nombre oriundo de Vizcaya, aparece en una de la estelas de la necropolis de Argiñeta: "In Dei Nomine. Momus, incorpore bibentem. In era DCCCCXXI. Ic dormi" "En el nombre de Dios. Momo, viviendo en el cuerpo, en la era 921 (883). Aquí duerme". También en Artea, en la iglesia de San Miguel de Elejabeitia, se encontró una estela tabular dirigida a "Mominus". Es dudoso que siendo Momo un nombre diferente, Munio conde de Álava y Momo conde de Vizcaya sean la misma persona, si bien existe una posibilidad tal como señala el historiador galés David Peterson: "podría ser que los copistas confundiesen el vizcaíno y minoritario Momo por Monio. En la minúscula diplomática la distinción entre "m‟ y "n + i‟ no es nada clara." Esto demostraria la ausencia de Momo en la documentación en contraste con Munio, que es el nombre más documentado en el País Vasco occidental..   

Existen diversos indicios para incluir Vizcaya en el condado de Álava por lo menos hasta la muerte de Sancho el Mayor. El primer indicio es la adscripción de Vizcaya, desde los ríos Cadagua y Nervión hasta el río Deva guipuzcoano a la diócesis de Álava en periodo altomedieval. El mismo origen poblacional de Álava y Vizcaya nos lo dice la lingüística, ya que de los ocho dialectos del Euskera, el occidental que comparten Álava y Vizcaya, es el mas diferente de todos. Otro indicio es que en los siglos XII y XIII la palabra "Álava" designaba Álava y Vizcaya, como muestra tenemos la Primera Crónica General de Alfonso X:
assi cuemo los alauos que poblaron aquella tierra que agora llaman Alava que es desdel rio Ebro fasta la gran mar de Bayona
La crónica al-Muqtabis de Ibn Hayyan narra como en el 825 tuvo lugar una expedición musulmana contra Álava donde las tropas del emir se enfrentaron contra el enemigo que vino a su encuentro en las faldas de "Gabal Almagus" (Monte de los Magos). Magus es como llamaban los árabes a los paganos o seguidores de religiones no monoteístas como el Zoroastrismo, así se tiene constancia de su uso para referirse a los persas o a los vikingos. Estos magus serían vascones poco cristianizados del otro lado de los montes de Álava, es decir de Vizcaya.

El historiador Armando Besga Marroquin hace una exposión muy acertada sobre el tema:
Pero es evidente que los recursos humandos que implica una expansión que afectará a tierras burgalesas y llegará hasta la Rioja no pudieron tener un núcleo de origen tan reducido. Las gente de habla vizcaína que ocuparon semejante territorio tuvieron que provenir en gran parte de Vizcaya, una región que ofrecía escasos medios de vida para una población creciente, de la misma manera que hacia el oeste, por las mismas latitudes, la repoblación estaba siendo llevada a cabo por grupos humanos provenientes del otro lado vecino de la cordillera. Es más, como ha señalado G. Martínez Díez, esa población procedente de Vizcaya no es sólo necesaria para explicar el fenómeno repoblador de estos siglos, sino también para comprender la resistencia de Álava ante las numerosas aceifas de los siglos VIII y IX que debieron de producir una gran mortandad.
Hemos visto más arriba como más que probable la adscripción de Vizcaya al condado de Álava, adscripción avalada por una ingente cantidad de autores, que aún en el caso de estar equivocados, no desdeciría en ningún modo la inclusión de Vicaya al reino asturleonés. Ahora vamos a centrarnos en el condado de Álava.

Alfonso II el Casto
Representación de Alfonso II "el Casto"
del Libro de Testamentos de Oviedo.
Las crónicas cristianas son bastante tajantes con la adscripción de estos territorios en la órbita astur. La Crónica de Alfonso III nos narra cómo los vascones y gallegos se rebelaron contra Fruela, que aplastó la rebelión gallega y se casó con una vascona, Munia, para mitigar la sublevación vascona. Como siempre, este suceso ha sido suficiente para ver otra independencia de un supuesto estado vasco. La expresión "reuelantes" que aparece en la crónica, se reserva solo para las sublevaciones interiores del reino astur. Es de cajón pensar que una rebelión se sufre en tu propio territorio, no en el del vecino. No me imagino a un rey de Asturias acabar con una rebelión del condado de Barcelona o del reino de Pamplona, además pensar en un estado independiente vascón, nos obligaría a pensar en otro gallego, algo totalmente imposible pues si ir más lejos en tiempos de ese rey Fruela la misma crónica nos narra la repoblación de Galicia hasta el Miño. La misma crónica más adelante nos narra como Alfonso II, hijo de Fruela y Munia, corrió a refugiarse a la tierra de su familia materna, Álava. Con esto, por si quedara alguna duda, sabemos que esos "vascones" eran los de Álava, recordemos que esa Álava, como es lógico, abarcaba también Vizcaya, donde no se incluían las Encartaciones. Hay que señalar también, por si quedaba alguna duda, que el termino: vascón/vascones era utilizado por los musulmanes para el reino de Pamplona, pero no para las crónicas asturianas, que se referían exclusivamente a Álava.

En el reinado de Ordoño I tenemos también la noticia de otra rebelión de vascones: In exordio regni sui provincie Vasconies ei reuellauit ubi ille. "Al principio de su reinado la provincia de Vasconia se rebeló contra él". De nuevo tenemos el termino reuellauit reforzado por el calificativo provincie aplicado a Vasconies. Por si todavía no ha quedado clara la vinculación de estos vascones la misma crónica nos dice al final que: "sometío a su ley a los vascones".

Otra nueva rebelión en tiempos de Alfonso III nos la señala la Crónica Albendense: "la fiereza de los vascones la aplastó y humilló por dos veces con su ejército". Esta rebelión es narrada con más detalles por la Crónica de Sampiro. A continuación procedo a escribir la traducción donde se puede apreciar nuevamente que esos "vascones" eran los de Álava y que su rey y el reino del que se rebelaban era el de Asturias:
Alfonso III desde allá (Oviedo) vino a León y pobló Sublancium al que ahora el pueblo llama Sublancia y también la admirable ciudad de Cea. Pero cuando se hallaba ocupado en esas operaciones llegó un emisario enviado de Álava para comunicarle que alguien había inclinado los corazones de aquellos habitantes en contra de su rey. Por lo cual, en cuanto éste así lo supo, se preparó para ir allá. Los alaveses, atemorizados por ello, depusieron su actitud, recordaron los juramentos prestados e inclinaron sus cervices, dispuestos a la obediencia y fidelidad a sus órdenes y reconociendo su señorío. De ese modo se impuso en Álava. Y a Gilón, que parecía el conde de ellos, se lo llevó a Oviedo cargado de cadenas.
Para quien no conozca el historial de rebeliones del reino asturleonés, estas rebeliones pueden parecer un síntoma de una especial integración de Álava al reino, pero las rebeliones en el reino de Oviedo cuya capital pasó a León estaban a la orden del día. En Galicia las rebeliones triplican a estas vasconas. Hubo rebeliones en Galicia, Castilla y numerosas rebeliones nobiliarias: Gonzalo Peláez en Asturias, los Banu Gómez de Saldaña, etc. Pero si estas noticias de las rebeliones denotan la integración al reino, las noticias sobre los obispos o condes de Álava son todavía más clarificadoras.

Lápida obispo Álvaro de Velegia
Lápida sepulcral del obispo Álvaro de Velegia proveniente
 de la iglesia de San Andrés de Bolívar (Álava).
La inscripción quitando algunos añadidos posteriores 
que se hicieron en la ultima linea de texto reza así:
"Obiit Albaro / Ep(i)sc(o)pus XIII L(a)le(nda)s /
 N(obem)br(i)s E(ra) DCCCC / XXVI"  
"Murió Álvaro, obispo, el 13 de calendas de noviembre
 en la era 926 (20 de octubre del año 888)". Algunos 
autores ven una L en la primera X de la ultima linea, 
LXVI. De ser acertada esa lectura habría que atrasar 
la fecha  de la muerte hasta el año 928.
Fuente:  www.euskomedia.org
Ya hemos visto más arriba como en la crónica de Alfonso III se cita una ciudad llamada Velegia (de Álava). Esta noticia sobre Velegia no es una noticia aislada sobre Velegia (Iruña Veleia). La Crónica Albendense redactada en torno al año 881 nos ofrece un elenco de los obispos del reino astur con las sedes de cada uno de ellos. Al lado del obispo de la sede castellana, Felmiro de Osma, que todo indica a pensar que no es otro que el obispo Felmiro de Valpuesta, aparece un obispo Álvaro en Velegia: "Aluarus Velegiae". La noticia de este obispo Álvaro de Velegia viene avalada por el descubrimiento en Bolívar, en plena llanada alavesa a 6 Km de Vitoria, de la lápida sepulcral cuyo texto nos dice: "Murió Álvaro, obispo, el 13 de calendas de noviembre en la era 926 (20 de octubre del año 888). 
 
En el 863 el cronista árabe Ibn Idhari narra una aceifa contra los castillos de Álava. La crónica de Idhari nos cuenta como Ordoño I de Asturias envió a sus tropas a cortar el paso de los musulmanes y como los musulmanes los masacraron haciendo morder el polvo a diecinueve condes. 


El primer conde documentado de Álava es Vela Jiménez (882-883), si bien no tiene por qué ser necesariamente el primer conde de Álava, pues en tiempos del conde Rodrigo de Castilla, sabemos por las crónicas musulmanas que Rodrigo gobernaba en Salinas de Añana cuando tuvo lugar la llamada batalla de la Morcuera (865). La crónica de Ibn Idhari nos narra que la expedición fue contra Álava y como Abd al-Rahman: "se dirigió contra El-Mellaba (Salinas), que era uno de los mayores distritos que obedecían a Rodrigo". Otra fuente musulmana Ibn al-Athir añade que las propiedades de Rodrigo "estaban situadas de la parte de Álava" y que Salinas: "era uno de los mejores términos de Rodrigo en las comarcas de Álava y Castilla".

Este conde Vela Jiménez mencionado más arriba, aparece en la crónica Albeldense con al conde de Castilla Diego Rodríguez (hijo del anterior conde Rodrigo), defendiéndose de las aceifas musulmanas. Mientras Diego Rodríguez defendía Castilla desde Pancorbo, Vela Jiménez defenderá Álava desde Cellorigo, así nos lo narra de la aceifa musulmana de 882:

Y así, entrando las huestes de los musulmanes en los confines de nuestro reino, primero lucharon contra la plaza de Cellorigo y nada consiguieron, pero perdieron allí a muchos de los suyos. Vigila Jiménez era entonces conde en Álava.
Vista de los riscos de Cellorigo, lugar donde estuvo
emplazado el castillo de Vela Jiménez, conde en Álava.
En el invierno de 882-883 nos cuenta como Alfonso III ordenó que combatieran contra los sarracenos a: "los condes de Castilla y de Álava, Diego y Vela" y finalmente en el 883 nos relata otra aceifa como la del año 882 contra Álava y Castilla:
Luego esta hueste también entró en los confines de nuestro reino, y primero luchó contra el castillo de Cellorigo, y allí dejó muertos a muchos de los suyos. El conde Vela guarnecía ese castillo.
Como se puede comprobar la misma crónica habla de "nuestro reino" cuando se dirige contra los dominios del conde de Álava. No hay que engañarse con el sobrenombre que le ha puesto la historiografía de "albeldense" a la crónica, pues viene porque la crónica que nos ha llegado es un códice copiado en el monasterio entonces navarro de Albelda en el año 976. Pero la crónica original debió de ser escrita en el reino de Asturias y terminada en el 883. Además el contenido es totalmente el de una crónica asturiana, que narra los sucesos desde la invasión árabe y derrocamiento de los godos y luego la vida de los monarcas asturianos hasta finales del siglo IX.

Debemos esperar hasta el año 919 para encontrar a alguien que se intitule conde en Álava. Un documento del cartulario de Valpuesta aparece calendado bajo el reinado del rey Ordoño en León y el conde Munio Vélaz en Álava: regnante Domno Ordonio in Legione et comite Monnio Uigilazi in Alaba. Este Munio Vélaz por el patronimico "Vélaz" debe ser hijo del anterior conde Vela Jiménez.

Después de Munio aparece como conde Álvaro Herrameliz que aparece en las Genealogías del códice de Roda casado con la princesa Sancha de Pamplona: Albaro Harramelliz de Alaba. Álvaro confirma un documento de dudosa autenticidad en lugar preferente la fundación por parte de Ordoño II de León, del monasterio hoy riojano de Santa Coloma el año 923. El año 929 aparece en un documento de Valpuesta como conde en Lantarón bajo el reinado del rey Alfonso de León y el año 931 aparece en Viguera acompañando al rey de Pamplona en una venta de tierras: "principe Semeno Garseanis in Pampilona, comes Alvaro Arramelliz in Alava". Esta presencia de Álvaro junto a los monarcas de Pamplona puede dar pie a pensar que Álava formaba parte del reino de Pamplona, si bien como hemos visto en sus anteriores apariciones o como veremos al año siguiente en su sucesor al frente del condado, Álava aparece dentro del reino de León. La presencia de Álvaro junto al monarca pamplonés es perfectamente defendible por el hecho de su matrimonio con la hija del rey, sin que eso de pie a pensar que su condado se había desgajado del reino leonés, para pasar entonces al reino de Pamplona, algo que choca con las extraordinarias relaciones en esos años entre León y Pamplona. Relaciones cuyo fruto fue la conquista cristiana de la mayor parte de la actual La Rioja.

Iglesia de San Román de Tobillas
Iglesia de San Román de Tobillas. Un diploma de Tobillas
del año 932 es el primer documento donde aparece el gobierno
del conde Fernán González sobre Álava. La iglesia todavía
conserva algunos restos del siglo IX y X.
Fuente: Jose Miguel Díaz Corrales
  http://altomedieval.ifastnet.com/paginas/mozarabe/tobillas.htm
Álvaro debió morir ese mismo año 931 o en el 932, pues un diploma del 26 de julio del año 932 el conde de Castilla Fernán González aparece como conde en Castilla y Álava: "primmo anno regni sui Ranemiro princips in Legione, et Fredenando in Castella et Alapa". Posteriormente casaría con la viuda de Álvaro, la princesa Sancha de Pamplona, que aparece junto con su marido Fernán en un documento del año 935, pero su matrimonio debió de efectuarse en 931-932, pues en ese mismo documento ya aparece la presencia de 2 hijos: Gonzalo Fernández y Sancho Fernández.

El gobierno de Fernán González sobre Álava es incuestionable ya que está atestiguado por 15 diplomas, 14 de ellos sin tacha de falsedad. Los diplomas provienen de 6 fondos documentales distintos, los de los monasterios de: Cardeña, San Millán, Oña, Valpuesta, Albelda y Arlanza, además se da la circunstancia de que las menciones comienzan en el año 932 y terminan el año 969, es decir durante todo el gobierno condal de Fernán, de principio a fin. Para intentar manipular lo evidente no ha faltado quien ha tachado el diploma del año 969 como falso, siendo este diploma de indiscutible autenticidad (en esta entrada trato el tema). Por si esto fuera poco, las mismas crónicas musulmanas dan el gobierno sobre Álava a Fernán González:"Este concluyó la paz con el rey de los vascones con la condición de que le entregara a su prisionero Fernán González, conde de Álava y Castilla". Todavía es más esclarecedor un documento datado en 952 del fondo de San Millán, donde Diego Vélaz elige sepultura en el cenobio emilianense y dona múltiples heredades que tenía en Álava, pues el documento esta calendado bajo el reinado del rey de León y del conde Fernán González en Castilla y Álava.

Tras la muerte de Fernán González sus sucesores no aparecen en la documentación monástica como condes en Álava, estando así Álava integrada en la gran acumulación condal castellana caso similar al del condado de Monzón. Este hecho y algún que otro más que también expondré, ha vuelto a dar argumentos a algunos historiadores sobre una vinculación de Álava a la monarquía pamplonesa, a continuación tratare de exponer todos los argumentos.

Si la intitulación condal en Álava de los fondos monásticos desaparece, no podemos decir lo mismo de las menciones de los cronistas musulmanes. Ibn Hayyan relata la embajada del conde de Castilla García Fernández (hijo de Fernán González) a Córdoba y escribe así de García: "Embajador de García, hijo de Fernando hijo de Gonzalo señor de Castilla y Álava". Esto en el año 971, pero tres años más tarde nos vuelve a presentar a García Fernández de este modo: "... tirano García Ibn Fernando, señor de Castilla y de Álava". Ibn Idhari viene a decir lo mismo cuando relata una de las campañas de Almanzor del año 989: "García hijo de Fernando, señor de Álava". Otro historiador musulmán, Ibn Jaldun ratifica el señorío de Álava en la persona de García Fernández: "... se dirigió contra García hijo de Fernando, señor de Álava" "nieto por parte de su madre del señor de Álava García Fernández". Hay que señalar que aunque no aparezca García intitulado conde en Álava, sigue como su padre apareciendo en la documentación en lugares alaveses bajo su dominio como por ejemplo Salinas de Añana o Barrón. Con Sancho García, hijo de García Fernández la situación no cambia, Ibn Idhari nos describe así a Sancho: "Sancho, hijo de García, rey de Galicia (León) y señor de Castilla y de Álava", Ibn Idhari exagera al darle el título de rey por la enorme importancia de Sancho en la época.

Ya he comentado que la intitulación condal sobre Álava desaparece de los sucesores de Fernán González, pero en la corte pamplonesa hasta Sancho el Mayor nunca aparece el gobierno del rey de Pamplona sobre Álava (más adelante veremos cuándo aparecen los de Sancho). A finales del siglo X aparecen indicios de una supuesta integración de Álava en el reino pamplonés. El primer indicio que se tiene del acercamiento de Álava a la monarquía pamplonesa es en una época de gran debilidad leonesa, en la que ciertamente ese acercamiento era más que probable, ya que el reino de León estaba devastado por las campañas de Almanzor y por rebeliones como la del conde de Saldaña García Gómez, que llegó a gobernar la capital leonesa ("imperantem Garcea Comize in Legione"). Este indicio de acercamiento es la aparición del obispo Munio de Álava en el séquito del rey de Pamplona Sancho Garcés II. Tres diplomas parecen demostrar ese acercamiento. Dos de ellos redactados en Aragón el mismo día del año 988 o 989 aparece el obispo Munio junto al rey de Pamplona y sus sequito: Munio Alabensem episcopus confirmans.

Documento pleito San Vicente de Acosta
Pleito entre el obispo Munio y el abad de San
Vicente de Acosta con la nota intercalada
donde se hace referencia a la muerte del 
obispo Munio en San Esteban, en fecha 
indeterminada.
 Fuente: http://www.ehu.es/galicano/
El segundo indicio es del año 984, en que el rey de Pamplona Sancho Garcés aparece en un documento del cartulario de San Millán, arbitrando una disputa entre el obispo Munio y el abad de San Vicente de Acosta. Este arbitraje del rey navarro está calendado bajo el reinado de Sancho en Pamplona, el conde Lope Sarracínez en Divina (comarca alavesa), Aurivita Díaz en Estíbaliz, Álvaro Sarracínez en Morillas, Nuño Balza sayón del conde, Oveco presbítero de Vírgala y al conde García Fernández en Castilla: "Regnante Sancio rex in Pampilona, comite Lupe Sarrazinez in Divina, Aurivita Didacoz in Estivaliz, Alvaro Sarraziniz in Murielles, saione de comite Nunno Balza, decano de episcopo Oveco, presbiter de Bergale, comite Garcia Fredinandiz in Castella." Como se puede comprobar, el escriba del documento no omite al final la referencia al conde García Fernández de Castilla, es decir, la autoridad condal del poder leonés en tierras alavesas.

Si solo tuviéramos estos indicios podríamos hablar de una basculación de las tierras alavesas al reino de Pamplona (quitando la mención del conde García Fernández). Pero tenemos en ese mismo documento del año 984 una nota intercalada que narra la muerte del obispo Munio en San Esteban de Gormaz y su sepultura en Alcoba (Soria): "Dompno Munnio epo. Begilaza, obiit in riuo de Sci. Stephani. Tumulatus est in Alcopa". El obispo, sin duda alguna, debió de morir en San Esteban, cuando formaba parte del ejercito del conde castellano García Fernández que hacía frente a las tropas del gran Almanzor. Las crónicas cristianas y las musulmanas dan cuenta de los estragos de Almanzor en la zona. La aceifa donde debió de morir Munio tuvo que ser la del año 994. Los Anales Castellanos Segundos narran como los moros conquistaron San Esteban: "prendiderunt mauri S. Stephanum et Clunia"; viniendo a coincidir con las fuentes musulmanas, 384 de la hégira (994): "La cuadragésima primera, la de la conquista de San Esteban". Además un poema de Ibn Darray canta la destrucción de San Esteban y la humillación al conde García Fernández. La presencia de obispos en la guerra no es algo novedoso, en la batalla de Valdejunquera fueron apresados por los moros el obispo Dulcidio de Salamanca y Hermogio de Tuy. Además el obispo de Iria Flavia, Sisnando, dirigió un ejercito contra los vikingos en la batalla de Fornelos muriendo de un flechazo.

No terminan aquí las muestras que siguen corroborando la vinculación de Álava a los condes de Castilla y el reino leonés. Un diploma del año 988 (mismo año que los dos aragoneses) nos muestra al obispo Munio en el ámbito leonés junto al Álvaro Sarracínez de Morillas del año 984, que esta vez aparece con potestad alavesa: "Regnante rex Vermudus in Legione et comite Garsia Fedinandiz et cometissa domna Ava in Castella, Alvaro Sarraziniz in Alava... Munnio episcopo confirmans", como se puede comprobar, el documento está calendado bajo el gobierno del rey de León Vermudo y se menciona al conde de Castilla. Si la mención de Álvaro Sarracínez en Álava puede dar a pensar que dependía de León pero no estaba subordinado al conde de Castilla, un vistazo rápido a la documentación castellana inclina a pensar en todo lo contrario, pues dos diplomas del año 1012; el de la confirmación del fuero de los vecinos de Barrio y Berbeia y el de la confirmación de los fueros de Nave de Albura, Álvaro Sarracínez aparece bajo la autoridad del conde de Castilla Sancho García. Las huellas del obispo Munio también aparecen en un diploma del conde García Fernández del año 992 junto con los obispos Godesteo y Martín, que al igual que Munio no designan su sede: "Nunnus episcopus". El problema es que Nunnus es en latín Nuño, no Munio. Aunque son naturales los errores de los copistas, el hecho de que aparezca como Nunnus y no se designe su sede, no da garantías certeras de que sea nuestro Munio obispo de Álava, si bien la fecha (año 992) y que en Castilla no había más obispados posibles, parece intuir que si era nuestro Munio alabensem.

Diversos autores han adelantado la posesión alavesa de Sancho el Mayor antes de la muerte en 1028 del último conde de Castilla, el joven García Sánchez, ya que hay diversos diplomas que así lo atestiguan. Pero esos diplomas donde Sancho el Mayor aparece reinando en Álava, son o abiertamente falsos, o tienen la fecha errónea, siendo su fecha posterior al año 1028. Los historiadores Aitor Pescador Medrano y Roldán Jimeno Aranguren, a los que, si se les puede acusar de algo, no es precisamente de antivascos o antinavarros, publicaron en el año 2003 la colección documental de Sancho el Mayor y allí se puede comprobar lo que escribo. En ese año 1028 de la muerte del conde García existen tres documentos sin tacha de falsedad o interpolación donde el rey Sancho dice reinar en Álava, como también dice reinar en Castilla. Tampoco Sancho el Mayor, aunque protector de García Sánchez, parece que hubiera desplazado a los reyes leoneses, pues toda la documentación castellana en tiempos del conde García Sánchez (Valpuesta, Oña, Cardeña, Arlanza, Santillana...) consignan el reinado del rey de León.

Si entramos en el campo de la arqueología tenemos más de lo mismo. Las onomástica encontrada en la epigrafía altomedieval hasta el siglo XI que se conserva en Álava y Vizcaya con 46 nombres, de los cuales 40 se sitúan en Vizcaya y el resto en Álava (en Guipúzcoa no se conserva ninguna inscripción segura), es mayoritariamente cercana al ámbito castellano. Solo tres nombres se han encontrado de entronque navarro-pirenaico de los cuales solo uno: Acenari (Aznar) es del siglo X, el resto son del siglo XI, siglo en el que el reino de Pamplona se expandía por estas tierras.

Guipúzcoa
Guipúzcoa en sus inicios sigue un camino diferente al de sus dos vecinas provincias vascas. Álava y Vizcaya ya hemos visto más arriba como estaban integradas en el reino asturleonés. Con Guipúzcoa ocurre todo lo contrario, pues el primer documento donde se recoge el nombre de Guipúzcoa o se hace mención a lugares de territorio guipuzcoano, está claramente bajo influencia del reino pamplonés. Añadamos también que el campo de la arqueología tampoco a dejado ningún testimonio escrito, al contrario de sus provincias hermanas.

Donación de Olazabal
Lugares  que aparecen en la donación de Olazábal. 
Fuente: www.euskomedia.org
La primera mención de Guipúzcoa es en el año 1025, en un documento del monasterio de San Juan de la Peña. En dicho documento el senior García Aznárez junto con su esposa Gaila (o Galga) dotan al monasterio de San Salvador de Olazábal de diversos bienes situados en la actual provincia de Guipúzcoa. En el diploma aparece García Aznárez como señor de Guipúzcoa: Senior Garsia acenariz de ipuscua.

El documento es claramente pamplonés, ya que esta calendado bajo el reinado del rey Sancho: Sancio rex regnam in pampilonia et sub inperio Senior Garsia acenariz de ipuscua. Hay que añadir que en el reino de Pamplona no había título de comite/conde como en el reino asturleonés, si no que a los nobles con tenencias se les aplicaba el título de senior.

García Aznárez por el patronímico; Aznárez (hijo de Aznar) y por los bienes que tenía la familia en Aragón, se piensa que puede ser aragonés.

Su esposa, Gaila sin embargo parece ser que era oriunda de Guipúzcoa y estaba fuertemente vinculada con el núcleo central del reino pamplonés. En 1048 muerto ya su marido, se hallaba retirada como monja en el monasterio familiar de Santiago de Laquidáin, cerca de Pamplona, que había recibido de sus padres y hermanos. Que Gaila era originaria o era de un linaje fuertemente arraigado en Guipúzcoa, parece deducirse de la documentación posterior a la muerte de su marido, donde se la identifica como: "Gaila de Ipuzcoa" "domna Gaila ex regione Ippuzka" y de las múltiples heredades que tenía la familia en territorio guipuzcoano.

Todo indica a pensar, que las tierras Guipuzcoanas hasta el río Deva, estuvieron en la órbita pamplonesa o desde sus inicios, o con toda certeza a principios del siglo XI. Una prueba más de esto, sería la adscripción eclesiástica desde época tardoantigua a la diócesis de Pamplona, exceptuando el nordeste de Guipúzcoa (valles de Oyarzun y Hernani) que pertenecían a la diócesis gascona de Bayona.

La Rioja
Frontera entre Castilla y Navarra 1028
Frontera entre Castilla y Navarra hasta 1028
Cuando escribo el nombre de "La Rioja", quiero dejar claro que hago referencia a los territorios de la actual comunidad autónoma, pues el término "Rioja" en la Edad Media se circunscribía a una comarca comprendida entre el río Oja y el río Tirón.

Si bien algunos lugares como, Grañón, o Cellorigo, desde el siglo IX ya formaban parte de la marca oriental del Reino de Asturias (Castilla y Álava). La conquista cristiana de gran parte de La Rioja comenzó en el primer cuarto del siglo X.

Las fuerzas coaligadas de Ordoño II de León y Sancho Garcés I de Pamplona, que desde el año 918 atacaban las posesiones en La Rioja de los Banu Qasi del Ebro, consiguieron en el 923 conquistar Viguera (Sancho) y Nájera (Ordoño). Esta actuación conjunta entre los dos reinos cristianos, se pone más que de manifiesto en las fuentes árabes. Un ejemplo de ello lo tenemos en la toma de Viguera por Sancho:
Los cristianos movilizaron tropas formadas con gentes de Pamplona, Alaba, al-Qila (Castilla) y Yilliqiya (Galicia), con Urdun (Ordoño) a su frente. Los musulmanes fueron desbaratados y se refugiaron en el castillo de Viguera, que no estaba aprovisionado. El enemigo los puso sitio y desalojaron el castillo una vez concedido el amán. Pero Sanyo ibn Garsiya (Sancho hijo de García) los pilló a traición, los hizo prisioneros y quiso darles muerte...

al Udri. Tarsi al-ajbar
Nájera que había sido conquistada por Ordoño de León, debió de ser cedida al reino pamplonés al poco de su conquista. Un año después, el 28 de octubre de 924, aparece en la documentación un senior navarro gobernando Nájera: "Senior Fortunio Galindoyc in Nazera". El control en un centro de poder como Nájera, consolidó el dominio navarro de casi toda La Rioja.

Como ya hemos dicho más arriba en el oeste de la actual provincia riojana se conoce la vinculación de Grañón o Cellorigo a los condados de Castilla y Álava, pero no son los únicos: Leiva, Tormantos, Tirgo, Treviana, Cihuri, Arce o Pazuengos entre otras plazas aparecen en la documentación bajo el control de los condes castellanos. La cuenca alta del río Tirón y todo el territorio hasta el río Oja quedaba para Castilla, a lo que habría que añadir el alto Najerilla, que en el tratado fronterizo entre Castilla y Pamplona del año 1016 que trataremos más adelante, queda dentro de Castilla. Así entonces las llamadas Cinco Villas de La Rioja, cuyo centro era Canales de la Sierra, quedaban del lado castellano, algo ratificado además por la documentación apócrifa (Fuero de Canales o doc año 967 Arlanza).

Tradicionalmente se ha considerado navarro por esos tiempos el valle de Ojacastro (Ezcaray, Ojacastro), Pazuengos y Santurde, por un documento del año 974, que en realidad es apócrifo y está mal datado pues es de 1074. También el tema lingüístico ha hecho ver a algunos el valle de Ojacastro como navarro, ya que se sabe, por el fuero de esa villa del siglo XIII, que se reconocía a los habitantes de Ojacastro el derecho a declarar en vascuence en los juicios. Pero más bien la presencia del vascuence en esa zona y en otras bajo soberanía castellana, se debe a la repoblación de gentes del condado de Álava, no de navarros. El vascuence recogido en los testimonios documentales de época condal es claramente de la variedad dialectal alavesa, hoy desaparecida y que comparte muchas semejanzas con el dialecto occidental (vizcaíno).

Como ha puesto en evidencia el historiador galés David Peterson, la antroponimia, toponimia y la hagiotoponimia de esa zona en época condal es claramente castellano-alavesa.

Cenotafio de San Millán en Suso
Monasterio de Suso, cenotafio de San Millán (Siglo XII)
Otro tema que no se me escapa es el de la situación política en sus inicios del célebre cenobio de San Millán de la Cogolla, ¿castellano o pamplonés?. Casi todos los historiadores han dado por hecho que San Millán de la Cogolla fue una fundación navarra, pero un examen exhaustivo de la documentación del cenobio, más bien, indica lo contrario, como ha demostrado recientemente David Peterson. Eliminando los diplomas apócrifos y la documentación enajenada de otros monasterios agregados a San Millán posteriormente, nos encontramos que, hasta el año 984 en el que aparece una donación de Sancho Garcés II de Pamplona, la escasa documentación emilianense es castellana. A esto hay que añadir que la documentación apócrifa coincide a grandes rasgos también con la auténtica.

Si, como hemos visto, en sus inicios San Millán de la Cogolla formo parte del condado de Castilla, ¿cuándo pasó a poder pamplonés?

San Millán pudo pasar a manos navarras cerca del año 960, año en el que García Sánchez I de Pamplona apresa a Fernán González en Cirueña. Está teoría de cambio de poderes en San Millán a raíz del conflicto de Cirueña no es nueva, pues en su día ya fue expuesta por el historiador Antonio Ubieto Arteta. Todo esto vendría ratificado por la donación de Sancho Garcés del año 984, puesto que dicha donación implica una presencia navarra anterior a esa fecha, ya que confirma una donación anterior de sus padres y efectivamente su padre, García Sánchez I murio en el 970, por lo que la donación pudo ser entre los años 960 y 970.

Además añadamos que en 1073, el rey navarro Sancho "el de Peñalén”, ante las reclamaciones del conde castellano Gonzalo Salvadórez de Lara, garantizó el libre acceso de los peregrinos que acudían al monasterio de San Millán a honrar al santo, tal como era costumbre desde tiempos de sus abuelos: Ordoño rey, García, Sancho y García reyes. Aquí nos encontramos a Ordoño de León y a los reyes de Pamplona: García Sánchez I, Sancho Garcés II y García Sánchez II. Esto parece ratificar la posesión castellana de San Millán en sus primeros años de vida, pues la mención explícita de un diploma navarro al rey Ordoño que aparece diferenciado en la frase, parece confirmar la pertenencia de San Millán al reino de Ordoño de León, reino del que formaba parte el condado de Castilla. Dos diplomas espurios emilianenses de tiempos de Sancho el Mayor de concesión de derechos pastoriles, parecen confirmar lo arriba indicado, pues nos dice que concede los derechos: "al igual que mis predecesores, mi abuelo Sancho (Sancho Garcés II), mi padre García (García Sánchez II) y del rey Ordoño y del conde Fernando (Fernán González)". Nuevamente nos encontramos al rey de León Ordoño y se añade la mención al conde Fernán González. Ordoño podría ser Ordoño III (951-56) u Ordoño IV (958-60), coincide este último con el conflicto de Cirueña.

Monte San Lorenzo
Al fondo se puede apreciar el monte San Lorenzo
Quiero terminar este apartado de La Rioja con el conocido tratado fronterizo de Castilla y Pamplona del año 1016. El documento que se encuentra en el fondo de San Millán, narra el convenio amistoso (concordia et convenientia) firmado entre el rey Sancho el Mayor y el conde de Castilla Sancho García, cuyos representantes el senior Fortún Ochoiz en nombre del rey de Pamplona y Nuño Álvarez de Castilla fueron testigos y confirmantes. El acuerdo parece ratificar la existencia de algunas lindes ya existentes, pues se nombran mojones que ya existían. El tratado sólo ratifica una parte de la frontera, la frontera sur, acotando así las áreas de futura expansión a costa del Islam, pues partiendo desde el monte San Lorenzo (Cogolla), llegaba hasta Garray (Numancia) antigua ciudad desierta. A continuación expongo el documento y la traducción:
De divisione regno inter Pampilona el Castella, sicut ordinaverunt Sancio comité et Sancio regis Pampilonensem, sicut illis visum fuit una concordia et convenientia.

Id est de summa cuculla ad rivo Valle Venarie, ad Gramneto, ibi est molione sito et acoliato Monnio, et a Biciercas et a Penna Nigra; deinde at flumen Razon ubi nascit; deinde per medium monte de Calcanio, per summo lumbo et media Galaza, et ibi molione est sito; et usque ad flumen Tera, ibi est Garrahe antiqua civitate deserta, et ad flumen Duero.

Duenno Nunno Alvaro de Castella et señor Fortun Oggoiz de Pampilona testes et confirmantes. Era Mª. Lª. IIIIª.


División del reino entre Pamplona y Castilla, según lo fijaron el conde Sancho y el rey Sancho de Pamplona de común acuerdo y conveniencia.

Esto es desde lo más alto de la Cogolla al río Valvanera, al Gramedo, donde se encuentra el mojón por Collado Munio, por Viciercas y por Peña Negra hasta el nacimiento del río Razón; luego por medio del monte Carcaño, por la línea de las cumbres y por medio de Gazala, donde se encuentra otro mojón, hasta el río Tera; allí se halla Garray, la ciudad antigua desierta, y desde allí al río Duero.

Duenno Nuño Álvarez de Castilla y sennior Fortún Ochoiz de Pamplona, testigos y confirmantes. Era 1054.
Castilla Vieja, Bureba, Oca, Trasmiera y Encartaciones
Creo que la castellanidad de la llamada Castilla Vieja es de todos conocida, aunque si hay algún lector al que todavía no le ha quedado muy claro, la voy a explicar muy por encima.

La llamada Castilla Vieja que viene a coincidir a grosso modo con la actual comarca de las Merindades en la provincia de Burgos, no es otra cosa que la primigenia Castilla. Allí nació Castilla y allí se forjó. Siendo exactos, no hay Castilla más castellana que Castilla Vieja. No creo que haga falta traer a colación una gran masa documental que refuerza lo dicho.

Con La Bureba más de lo mismo. Desde sus inicios, en el 822, la documentación del monasterio de Oña o de otros cenobios respalda el vínculo inequívoco de los lugares de este territorio con el condado de Castilla. Sin tener que recurrir a la documentación coetánea vamos a ver lo que nos dicen las crónicas del siglo IX sobre la burebana villa de Pancorbo:
Ruinas de San Felix de Oca.
Según la tradición lugar
de enterramiento del conde,
Diego Rodríguez.

Esa misma hueste, llegando también al extremo de Castilla, al castillo que se llama Pancorbo, luchó por tres días y no consiguió victoria alguna, sino que a muchos de los suyos les perdió por venganza de la espada. Diego, hijo de Rodrigo, era conde de Castilla...

Luego pasó a los confines de Castilla, al castillo de Pancorbo, y allí empezó a luchar por su propia voluntad, pero al tercer día se retiró de allí muy maltrecho. El conde era Diego.
Crónica Albeldense

A Montes de Oca o solamente Oca, al igual que los anteriores territorios, la documentación coetánea la vincula inequívocamente con Castilla. Célebre por ser además una sede episcopal castellana, se da la circunstancia además que la diócesis de Burgos es la heredera de la de Oca.

Como diría el Poema de Fernán González: "Entonces era Castylla un pequenno rryncon, era de castellanos Montes d'Oca mojon".

Trasmiera aparece en la crónica de Alfonso III junto con dos territorios de las Encartaciones; Sopuerta y Carranza, como parte del reino de Asturias donde se estableció población arrancada de la meseta por las campañas de Alfonso I: "Eo tempore populantur Primorias, Lebana, Transmera, Supporta, Carranza..." . Por lo tanto parece estar claro que estos territorios formaron parte del reino de Asturias/Oviedo y no del de Pamplona. De las Encartaciones además sabemos que estuvo adscrita al igual que Trasmiera al obispado castellano y no al de Álava. Tanto las Encartaciones (que no aparecen con esa denominación en época condal), como Trasmiera, pudieron ser englobadas en sus primeros tiempos en la Castella Vetula. De lugares de las Encartaciones apenas tenemos un puñado de menciones, la mayoría dudosas, aun así estas menciones la vinculan con el condado castellano.

Las escasas menciones a lugares de Trasmiera citados en la documentación coetánea los vinculan estrechamente con Castilla. Además de las menciones de lugares en Trasmiera contenidos en diplomas de fondos documentales fuera de esta región como: Covarrubias, Oña, Valpuesta o Santillana (no citamos los espurios de Fistoles), nos ha llegado hasta nuestros días la documentación del monasterio de Santa María del Puerto de Santoña sito en plena Trasmiera. Son siete diplomas de época condal entre 863 y 973 sin ninguna tacha de falsedad. En ellos se puede apreciar que los pocos documentos con mención real, son de factura asturleonesa. A todo esto hay que añadir que, en uno de estos documentos datado el año 927, aparece el conde de Castilla Nuño Fernández presidiendo un juicio junto con otros tres jueces, cuyo motivo era la posesión de Santa María del Puerto de la villa de Carriazo, se confirma así su potestad sobre este territorio.

La herencia
Debido a las múltiples uniones matrimoniales de la casa real pamplonesa con otras casas cristianas, el hábil Sancho había acrecentado considerablemente el territorio de su reino. El pequeño reino de Pamplona, que se había expandido en el primer cuarto de siglo X por tierras riojanas y que a su vez estaba integrado por el condado de Aragón por unión matrimonial en el siglo X, se había visto acrecentado con múltiples territorios. Hasta tal punto que un diploma original del 1035 nos da la noticia de que Sancho reinaba desde Ribagorza hasta Astorga.
Antepasados de Sancho el Mayor
Como se puede apreciar en este árbol genealógico, por las venas de Sancho el Mayor corría sangre de las principales casas condales de la época, salvando los condados pre-catalanes y gallegos, únicos territorios donde  no pudo extender su autoridad (desde Ribagorza hasta Astorga). La política matrimonial pamplonesa, unida a la debilidad regia leonesa de la época y a los problemas sucesorios debidos a la muerte de los condes Guillermo de Ribagorza y García de Castilla, propiciaron la expansión de Sancho el Mayor. Los diplomas de la época consignan el gobierno de Sancho en: Pamplona, Aragón, Ribagorza, Castilla, Álava, Monzón, Cea y hasta la misma capital leonesa, donde se daba la coincidencia que su gobernador, Fernando Flaínez, del linaje leonés de los Flaínez, era su primo, ya que los Flaínez habían unido lazos de parentesco con la familia condal de Cea a través de Justa Fernández, hermana de la madre de Sancho el Mayor.

A Pamplona y el condado de Aragón hay que añadir los condados de Castilla, Álava y Monzón, que tras la muerte del infante castellano García Sánchez en 1028 sin descendencia, pasarán a formar parte de los territorios donde Sancho reinaría por estar casada con la hermana del difunto conde García, Muniadona. Este matrimonio le trajo pingües beneficios a Sancho, pues el condado de Ribagorza también paso a manos suyas, ya que la condesa Mayor de Ribagorza tía de la esposa de Sancho, se había quedado sola al frente del condado tras la muerte del conde Guillermo Isárnez, con lo que Sancho sólo tuvo que hacer valer los derechos de su esposa, que además era hija de Ava de Ribagorza.

Sancho el Mayor a su muerte (1035), repartió su reino entre sus hijos. A su hijo mayor García, le dejó el reino patrimonial de Pamplona acrecentado con Álava y casí la mitad del condado de Castilla, a Gonzalo le dejó Sobrarbe y Ribagorza bajo la fidelidad del mayor García, misma fidelidad con la que recibió Ramiro el condado de Aragón, que quedaba bajo la autoridad de García. Por último a Fernando le dejó el resto del condado de Castilla, que quedo subordinado al rey de León como veremos más adelante.

Este reparto estaba pensado mucho antes de su muerte, pues Fernando desde el año 1029 aparece en algún diploma con el título condal "Fredenandus comes" o se hace alusión al gobierno del condado: "regnante rex Sancio in Legione et comite Fernando in Castella" "Fredinando Sanzzi comitatum gerente".  Tradicionalmente se ha pensado que a Fernando I le fue legado Castilla como reino, siendo según esta historiografía desfasada el primer rey de Castilla. La verdad del asunto es que exceptuando algún diploma falso del monasterio de Arlanza, Fernando después de la muerte de Sancho el Mayor sólo se intitula conde en Castilla, nunca rey. Además en todos los documentos antes de su coronación como rey de León aparece bajo el gobierno del rey Vermudo III.  

Dos diplomas no castellanos consignan el reinado del rey de León y a continuación por encontrarse dentro de su reino aparece Fernando como conde en Castilla, siendo a continuación citado el monarca de Pamplona:
1036 en San Juan de la Peña: "Regnante imperator Veremundo in Leione et comite Fredinando in Castella et rex Garsea in Pampilonia et rex Ranimirus in Aragone et rex Gundisalbus in Ripacorça". 1037 San Millán de la Cogolla: "regnante rex Veremundo in Legione, Fredinando comite in Castella, Garsea Sanchiz rex in Pampilona, maiorino Monnio Citiz in Grannione".

Otros dos diplomas, está vez castellanos, están calendados bajo el gobierno del rey de León y el conde de Castilla:
Año 1037 Arlanza: "rex Vermudo et Fredinando comes in regnis suis" o Covarrubias el mismo año: "rex Virimudo et Frenando comes in regnis suis".

El reparto creaba un conflicto insalvable, pues ponía en la órbita pamplonesa territorios que hasta entonces habían estado bajo soberanía asturleonesa: Castilla Vieja, Oca, Bureba, Trasmiera, Encartaciones, Álava y Vizcaya además de algunos alfoces como Ubierna pasaban a manos navarras. Ya hemos visto anteriormente en sus correspondientes apartados a que reino pertenecía cada territorio nombrado y he creado un mapa que ilustra el comienzo del artículo y que está avalado por una amplia bibliografía. Ahora voy a recurrir a la documentación para corroborar que esos territorios fueron a parar a manos del rey García de Pamplona tras la muerte de Sancho el Mayor, entre otras cosas para demostrar que no se los regaló Fernando a su hermano García tras la batalla de Tamarón de 1037, donde murió el rey de León Vermudo.

Lauda sepulcral de Sancho el Mayor
Lauda sepulcral de Sancho el Mayor
(basilicade San Isidoro de León). Se discute
si los restos de Sancho reponsan en Oña
o en León, donde según la tradición fueron
llevados desde Oña
Oca o Montes de Oca era un alfoz con sede episcopal desde época goda, que vendría a coincidir con algunas variaciones con la actual comarca burgalesa de Montes de Oca. Aparece en la documentación temprano en la órbita pamplonesa, a los cuatro días de morir Sancho el Mayor. Un diploma fechado el 22 de octubre de 1035 consigna: "Regnante Domino Nostro Ihesu Christo; sub eius imperio rex Garsea in Pampilona et in Oka". Otros dos diplomas, uno del cinco de mayo de 1037 y otro del 29 de octubre, también consignan el gobierno del rey de Pamplona, García, en Oca: "Regnante rex Garsea in Pampilona et in Oka".

Castilla Vieja/Castella Vetula territorio que se corresponde a grosso modo con la actual comarca burgalesa de las Merindades, también aparece bajo el gobierno del rey García. Un documento del monasterio de San Miguel de Pedroso donde solo se consigna el año (1037) sin fechar el día o el mes, va calendado así: "regnante rex Garsea en Pampilona et in Alava, in Castella Vetula". Como se puede comprobar, aparte de Castilla Vieja se consigna el gobierno de García en Álava. Otro diploma cuyo día y mes están mal datados fechado el 23 de octubre del año 1037 viene a decir: "Garsea, rex in Pampilona et in Castiella Vetula".

Ya hemos visto arriba en el primer documento de García donde dice reinar en Castella Vetula, que también dice reinar en Álava. Otro documento de ese mismo año 1037, sin consignar día y mes, también aparece calendado bajo el reinado de García en Pamplona y Álava: "regnante Garsea, rex prolis Sancii, in Pampilona et in Alava".

Bureba que, con algunos matices viene también a coincidir con la comarca burgalesa de La Bureba, también aparece pronto dentro del reino de García de Pamplona. El documento datado el 23 de octubre de 1035 dice así: "rex Garsea in Pampilona et in Borobia".

Hasta aquí he puesto los territorios que al poco de morir Sancho el Mayor aparecen dentro del reino de Pamplona. Obviamente no voy a poner toda la documentación posterior a 1037 del rey de Pamplona, donde se puede comprobar que esos territorios formaban parte de su reino, pero si voy a completar poniendo los que no se han citado más arriba; me refiero a Vizcaya, Encartaciones, Trasmiera y alguno más.

Vizcaya tras la muerte de Sancho el Mayor empieza a tomar personalidad propia distinta de la de Álava, donde ya vimos en el apartado de los límites entre el reino asturleonés y el reino de Pamplona su más que probable inclusión. Es a partir del año 1043 cuando aparece quien sería el primer señor de Vizcaya, Iñigo López, bajo soberanía pamplonesa: "Senior Eneco Lopiz de Bizcaia". Un diploma del rey García en 1051 nos confirma su gobierno sobre Vizcaya y la clara diferenciación entre Vizcaya y Álava en su reinado: "Regnante ego Garsea rex in Pampilona et in Alaua et in Bizcaia".

Santa María del Puerto
Iglesia actual (siglo XIII) de Santa María del Puerto,
situada en la villa trasmerana de Santoña
Por la costa, el reino de García de Pamplona no se detenía en Vizcaya, pues incluía las Encartaciones y toda la comarca cántabra de Trasmiera. Esto se pone de manifiesto en un documento riojano del año 1044 que dice así: "Reinando el rey García, que mandó hacer esta escritura, en Pamplona y en Álava y en Castilla Vieja hasta Burgos y hasta Bricia, poseyendo también Cudeyo con su término en Asturias; su hermano Fernando rey en León y Burgos". Según esto García reinaba hasta Bricia, lugar limítrofe de las Merindades con la comarca de Campoo, que poseía su hermano Fernando. Llegaba su gobierno a Cudeyo, último lugar de Trasmiera antes de adentrarse en las Asturias de Santillana, donde gobernaba Fernando. Además el gobierno pamplonés sobre Trasmiera viene avalado por el monasterio trasmerano de Santa María del Puerto en Santoña, donde se empieza a consignar el gobierno de García, que además fue el reorganizador del monasterio. El documento de restauración del rey García del monasterio de Santa María del Puerto es bastante clarificador, no solo sobre la posesión de Trasmiera de García, sino también porque llega a hacer rey de Castilla a García y a Fernando de León. Así se ve la dimensión del reino de García:
En aquel tiempo cuando reinaba el rey García en Pamplona y en Castilla su hermano Fernando rey de León y de Galicia estaba desierta la iglesia de Santa María que llaman del Puerto.
La Historia Roderici nos arroja más luz sobre el territorio del rey de Pamplona, pues narra como el padre del Cid Campeador arrebató a los navarros Ubierna, Úrbel y La Piedra: "Diego Laínez, padre de Rodrigo Díaz Campeador, con grande y fuerte valor arrebató a los navarros el castro que se llama Ubierna, y Úrbel y La Piedra. Luchó con los mencionados navarros en batalla campal y los venció."

Monolito conmemorativo de la batalla de Atapuerca
Monolito conmemorativo de la batalla
de Atapuerca. 
Fuente: http://burgospedia1.wordpress.com/
En lo eclesiástico la amputación de la mitad del condado tuvo terribles consecuencias para las diócesis castellanas. La diócesis de Oca centro diocesano del condado, quedaba amputada de una buena porción de la diócesis incluyendo la sede episcopal, siendo así desalojado el obispo Julián de su diócesis. Quedaba entonces la diócesis de Oca dividida en dos estados con dos obispos de Oca; uno castellano, Julián, con sede episcopal en Burgos, y otro pamplonés; Atón, con sede en Oca. Está situación complicada la resolvió García uniendo la diócesis de Oca a la de Valpuesta en la persona del obispo Atón. Quedaban así las tierras castellanas del reino pamplonés unidas en una sola diócesis. Posteriormente el rey navarro suprimiría las diócesis de Oca/Valpuesta y también la de Álava, para unirlas a la diócesis de Nájera.

En la dotación del monasterio de Santa María de Nájera (1052) hecha por el rey García y su esposa Estefanía se comprueba la amplitud del reino de García, pues narra los límites del obispado de Valpuesta que en esta ocasión quedaría suprimido y añadido al de Nájera:
...para servicio de dicho lugar (Nájera) le doy y atribuyo el obispado que se extiende desde Martín de Zaharra (San Martín de Zar en Treviño) hasta Rodilla (Monasterio de Rodilla), Arlanzon y Poza, y de otra parte desde las fronteras de Álava hasta Arreba y el castro de Cudeyo en Asturias con el monasterio propio de dicho obispado llamado Valpuesta.
Como se puede comprobar, Fernando había heredado un mermado condado de Castilla, que por disposición de Sancho el Mayor se había visto amputado de prácticamente la mitad del condado, y que además, pasaba del reino asturleonés al que había pertenecido durante tres siglos, para pasar al reino de Pamplona. No es de extrañar, que surgieran conflictos entre los dos hermanos y que Fernando, ya con el poder que le otorgaba el trono de León, se enfrentara con su hermano García en Atapuerca, para recuperar el territorio amputado de su reino.

Utilización política
Gran Vasconia
No, no es una broma, es un trabajo de
 Federico Krutwig, titulado "Vasconia", donde este autor
otrora ideólogo de ETA nos cuenta sus fantasias.
Presten especial atención a Larrainotza (Reinosa),
Zedano (Sedano), Urdialitz (Castro Urdiales), 
Birobezkane (Briviesca), Miranda Iber (Miranda de
Ebro), Galtzada (Santo Domingo de la Calzada)  o
Zandoina (Santoña)
En la primera entrada de este blog ya advertí de la manipulación de cierta publicación vasca sobre la pertenencia ininterrumpida del gobierno condal de Fernán González sobre el condado de Álava. Este tipo de manipulaciones o falsedades, para quien no este muy puesto en el tema, le pueden resultar aisladas, pero puedo asegurar que no lo son. Existe una ingente lista de autores y varias líneas editoriales destinadas a la utilización de la historia vasco-navarra para fines políticos actuales. No niego que, sobre todo desde la época franquista, la historia se haya manipulado para reforzar la idea de "Una, España Grande y Libre", y que en la actualidad todavía algunos autores lo sigan haciendo. Como muestra tenemos la utilización de tres diplomas falsos de los siglos XII y XIII atribuidos a Sancho el Mayor, donde se titula rey de las Españas: "Sancius, gratia Dei Hispaniarum rex".

Cuando uno lee por internet que los primeros vascos vienen de Atapuerca, ya que Atapuerca era del Reino de Pamplona; que La Bureba es Navarra y lo que es peor aún, que la primigenia Castilla, Castella Vetula (Castilla Vieja), también es Navarra, empieza a pensar que algo está pasando.

Lo que todavía es peor aún, es que se pinta a Castilla como la opresora, la invasora y conquistadora de la pobre Navarra que un buen día, con el simple motivo de aprovecharse de ella, le quitaron sus territorios navarros e incluso se intenta enlazar con la conquista de Navarra de 1512 para así, como escribió cierto sabio: "hacer pensar que es un conjunto de hechos con continuidad en el tiempo durante siglos, es decir, que hasta que los malos no acabaron conquistando a la pobre Navarra, no pararon". Pero nunca, en ninguna de estas publicaciones tan rigurosas e imparciales, se cuenta que esos territorios desde sus inicios pertenecían a esa malvada Castilla, porque si se contara, se echaría por tierra parte del circo montado.

Bibliografía
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Martín Duque, Ángel J (2007) "Sancho III el Mayor de Pamplona, el rey y su reino (1004–1035)" ISBN 978-84-235-2952-0
— (2002) "Vasconia en la Alta Edad Media: Somera aproximación histórica" ISSN 0032-8472
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— (2012) "Antroponimia vasca altomedieval: la aportación epigráfica" en "Mundos medievales: espacios, sociedades y poder : homenaje al profesor José Ángel García de Cortázar y Ruiz de Aguirre, Vol. 1" ISBN 978-84-8102-648-1
Sánchez Candeira, Alfonso (1999) "Castilla y León en el siglo XI. Estudio del reinado de Fernando I" ISBN 84-89512-41-8
Zabalza Duque, Manuel (1998) "Colección Diplomática de los Condes de Castilla" ISBN 84-7846-777-7
Ubieto Arteta, Antonio (1953) "Las fronteras de Navarra" ISSN 0032-8472

4 comentarios:

Enrique Díes dijo...

Excelente entrada y mis felicitaciones especiales por el uso de las fuentes musulmanas, habitualmente olvidadas y que complementan y sirven para contrastar las cristianas.

ZáLeZ dijo...

Sencillamente magnífico.
Saludos,

Anónimo dijo...

Interesante y documentado. Debería (si tiene tragaderas y ausencia de repulsión al vómito) conocer la el pintoresco Blog nacionalista vasco que vierte a partes iguales ponzoña, mentiras y sentimiento de acoso que responde a http://nabarlur.blogspot.com.es/2012/12/nuestro-pais-nabarra.html
La parte del "retroceso" del euskera es para enmarcar.
Otro muy divertido es Nabarralde donde su autor está convencido de que todo es más vasco si se escribe con faltas de ortografía: Nabarra, Belaskos, Enkartaciones, Alaba.. Pero este es mas peligroso porque se escuda en conocimiento históricos y bibliografía del enemigo sin informar que los trabajos puedan estar desfasados.
http://www.nabarralde.com/es/egunekoa/6843-las-tierras-nabarras-de-las-enkartaciones
Una cosa es cierta: Detrás hay dinero que sale del bolsillo de todos y nosotros no queremos luchar o no nos apoyan en el combate de la verdad.
Gracias por tus esfuerzos.
Sísifo

Roberto dijo...

Lamentablemente conozco esos sitios y también conozco a sus autores gurus como Tomás Urzainqui, todo un lider de ventas. Pensaba poner aqui unos extractos que ya puse en otro sitio de criticas de historiadores a este sujeto, pero blogger no deja mas de 4.096 caracteres y se hace bastante lioso.

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